jueves, 28 de octubre de 2010

Femenino plural


Con las mujeres sólo existe una cosa segura para los hombres; que hagamos lo que hagamos siempre tenemos las de perder. Y es que llegar a comprenderlas, supone para nosotros algo tan complejo como montar un mueble del Ikea, nunca entendemos las instrucciones y al final siempre nos sobra una pieza.
Para más inri, cuando tengamos la pieza sobrante en la mano y nos rasquemos la cabeza buscando la solución, siempre estará ella al lado para apuntillar con un te lo dije, una de las frases que viene de serie en todo vocabulario femenino.
Las mujeres, quince minutos antes de salir de casa, nunca tienen nada que ponerse. Ves el armario tan inflado que parece de tres puertas aunque siempre lo hayas visto de dos, lleno de ropa que a nosotros muchas veces nos parece la misma, pero que ellas diferencian el tono, el corte y el largo. Siempre necesitan ir de compras.
Y ahí viene su mejor parte: las compras. Las chicas desde que nacen, vienen con un chip de visión panorámica incorporado que les sirve para localizar la prenda deseada. Menos cuando están de mala gaita, ese día se ven gordas, nada les entra, el mundo se derrumba a sus pies y la vida es un asco.
Ir con una mujer de compras es ser su perchero con patas, vas cargando con todo lo que quieren probarse y después tienes que ir a buscar más tallas. Eso sí, después no faltará la frase lapidaria: si es que está visto que tengo que venir sola porque contigo nunca compro nada. Que digo yo que la podían decir cuatro horas antes, cuando todavía conservamos los riñones y los pies en buen estado.
En cuanto a las cuestiones automovilísticas no voy a entrar en machismos sin fundamento, porque como ocurre con los hombres, las hay buenas y malas conduciendo. Aunque el aparcamiento ya es un reto diferente... Es casi peor la mujer no conductora, esa siempre encuentra aparcamiento en la entrada de un garaje o en la plaza de minusválidos.
Los hombres tenemos el sexo metido en la cabeza, pero las mujeres en la lengua. Son capaces de contarse entre ellas hasta el mínimo detalle de sus experiencias sexuales sin ningún tipo de pudor. Nosotros fardamos, ellas dan pelos y señales.
Hay que tener cuidado con las frases trampa. Siempre hay que partir de la base de que nunca se va a salir victorioso de ellas si no eres capaz de mantener la boca cerrada pase lo que pase.
Si una mujer tiene cara de ogro estreñido y osas preguntarle, siempre ocurrirá lo mismo: ¿Qué te pasa?.Nada. ¿Estás enfadada?. No. ¿Seguro?. Si no lo sabes tú yo no te lo voy a decir... ¡Zás!, otra frase femenina de serie.
No hay que perder el tiempo, jamás entenderán el fuera de juego, ni la alegría que supone ganar un torneo en el Fifa.
Eso sí, poseen una glándula especial en el cerebro que les hace recordar todas las fechas, aniversarios y cumpleaños. Nunca tolerarán que nosotros no la tengamos.
¿Es realmente necesario parar tantas veces en el viaje para hacer pis?. Sales de casa y antes de incorporarte a la Nacional 1 ya te miran con cara de lástima (creo que la entrenan) y te dicen: vaya, pues yo ya me estoy haciendo pis, he bebido un vaso de agua antes de salir y... Ahí salta la duda sobre anatomía, ¿de verdad tienen vejiga?. Hay manantiales con menos líquido que ellas.
En fin, Mujeres, seres complejos de la naturaleza que poseen todas las características para poder dominar el mundo.
No podemos vivir sin ellas, pero con ellas, hay veces que tampoco.