martes, 31 de mayo de 2011

La tormenta a través de la ventana

(foto:http://haciendofotos.com/)



Observo cuando el cielo se ilumina en la oscuridad mostrando el poder de sus rayos que asemejan raíces blancas que conectan con el suelo. 
Cuento con calma los segundos en mi mente, 1, 2, 3... el tiempo que separa el fogonazo del ruido atronador o suave, dependiendo de la distancia de la tormenta.
Aspiro el olor a tierra mojada, a anuncio de lluvia, o a aguacero que empapa los sentidos mientras hace resonar las superficies sobre las que estrella sus gotas.
Me gusta el clima de tormenta, la tensa calma de sus instantes y la oscuridad quebrada por sus ataques.
Vivo con relajada intensidad sus sonidos, sus luces, su aroma. 
Parece que el cielo se enfada y protesta sin que quizá le falte razón para hacerlo.
Madrid se duerme entre relámpagos y amanece mecido en los charcos de la calma que siempre llega, entre pequeñas gotas que se resisten todavía a dejarse caer otro día.
Prefiero la tormenta cuando descarga una aparente rabia contenida. Después todo es quietud, paz sin necesidad de treguas.
Me gusta ver la tormenta a través de la venta, disfrutar de su fiereza sabiendo que antes o después, sin importar lo que hayan dejado sus rayos, siempre llega un amanecer en el que escampa.

lunes, 30 de mayo de 2011

Peligro de exceso



Mejor que sobre a que falte decía mi abuela siempre antes de llenar los platos al servir la comida. Hacía la cantidad justa para alimentar a un regimiento, aunque nunca le parecía suficiente.
Sin embargo, hay otras cuestiones en las que pasar el límite que marca una línea imaginaria, una franja que se encuentra en la apreciación de cada persona, puede tener consecuencias absolutamente opuestas a las deseadas.
Empiezo a tener mis dudas sobre el efecto positivo de que Sol mantenga un campamento, en el que las reivindicaciones corren el riesgo de comenzar a diluírse como una azucarillo en un vaso de agua.
La fuerza, el impacto, todo en esta vida tiene una medida que al sobrepasarse puede transformar el mensaje y dejar de calar los huesos.
Los propios organizadores observan preocupados cómo personas ajenas a la protesta, aprovechan el techo para dormir y sobre todo la comida para llenar el estómago. Parece que han decidido suprimir el servicio de cocina como primera medida.
Desconozco si es más o menos positivo mantener la acampada. Mi opinión es que empieza a oler el asunto y que es mejor reconducir el tema. Quizá me equivoque, pero debe ser un movimiento dinámico, fresco y con un objetivo claro de mejora, no de enquistamiento.
Lo bueno de una asamblea popular es que cada uno podemos expresar nuestros puntos de vista con libertad y sin miedo de caer en el error.
Reitero que no sé si me equivoco, pero en este caso concreto, mejor hacer cien protestas, que no una que se acabe convirtiendo en un simulacro de lo que pudo haber sido el triunfo de una realidad que se creía locura.

sábado, 28 de mayo de 2011

Al otro lado del espejo (XXXVII)

Muchas veces se nos ha pasado por la cabeza la posibilidad de rejuvenecer, de no morir nunca. ¿Cómo sería eso?. Nunca morir pero poder disfrutar nuestra vida con salud y plenitud. ¿Algo imposible para el ser humano?
Quizá no...

viernes, 27 de mayo de 2011

Me visto de viernes



Hay semanas que se cubren de asfalto para camuflarse de cuesta empinada.
Los días duran lo que duran, con sus horas y segundos, pero la percepción es muy distinta según el ánimo o las ganas con las que se les planta cara.
Comenzar la semana laboral un domingo maratoniano, ha trastocado mis sentidos hasta el punto de vivir un día por detrás de lo que mi mente creía. El miércoles era jueves y el jueves era viernes. Así que técnicamente he vivido dos viernes, el real y el imaginario de una mente escacharrada.
De lo que no tengo ni idea es de cómo voy a hacer para sincronizar de nuevo mi calendario biológico y vivir el día que corresponde. No encuentro la ruedecita de ajuste detrás de mi cabeza.
Ir por delante está muy bien, pero no creo que me vaya a servir de mucho.
Quizá la lluvia que hoy se anuncia ayude a refrescar la materia gris y se ponga de nuevo el contador a cero.
De momento es viernes y corresponde desear un buen fin de semana.

jueves, 26 de mayo de 2011

Defensa femenina



En este país seguimos autoconvenciéndonos de que el machismo es algo que desaparece de nuestra sociedad, como si fuera algo de una España de otro tiempo, un asunto lejano. Mientras tanto seguimos dando muestras de lo contrario.
No sólo por los atroces asesinatos que cometen indeseables cobardes que siguen con el serás mía o de nadie grabado a fuego en la frente, sino por la actitud que mantenemos hacia asuntos de nuestro día a día que son para tirarse de los pelos.
Como periodista me cansa ver a la chica mona de turno, que se abre paso en programas que las utilizan de reporteras como reclamo para machos Alfa en celo. Cuanto más corta la falda más minutos en pantalla.
Me resisto a pensar que las mujeres, las muchas periodistas de calidad que conozco, no aprieten los dientes mientras hacen rechinar sus colmillos al verlas. Dudo que sólo yo lo considere patético.
Exísten muchas revistas y páginas de internet donde pueden exhibirse mientras dejan trabajar a verdaderas profesionales.
Sería mejor que alguna continuara su relación personal con el futbolista de turno y sus anuncios de champú, mientras deja de pasear su sosería y poses forzas por diferentes cadenas. Hay muchas mujeres capaces de hablar de fútbol y hacerlo muy bien, sin estar tan pendientes de su peinado.
La desigualdad laboral sigue siendo un machismo claro que nos machaca. Es cuestión de querer verlo.
No creo que la solución para el baloncesto femenino sea cortar más los pantalones y hacer los uniformes más ajustados. La decisión es tan lamentable como ridícula.
Luego saldrá algún lumbreras con ideas de que el machismo nos viene de otros continentes, que la inmigración eleva las cifras.
Lo malo es que nos lo creemos.
Lo peor, que convivimos con el machismo y no somos capaces de reconocerlo.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Sin olvidarse de la naturaleza



Comparto el enfado generalizado por la situación política, laboral, o de vivienda. El cambio de conciencia se necesita como el comer y los cerrados de mente deben sentarse a pensar que no todo en la vida son unas siglas concretas o un dogma estricto.
A pesar de todo, no es algo que consiga apasionarme como para acampar en la calle.
Sí me ataría a un árbol para que no lo cortaran o protegería cualquier especie animal poniendo una tienda de campaña en el lugar que fuera.
Supongo que es cuestión de principios, de preferencias o de puntos de vista.
Las personas nos quejamos de lo que elegimos, pero los animales ni se quejan de algo que no es de su elección.
Estoy harto de las historias de zoológicos que mantienen encerradas a especies que deberían vivir en libertad. Cansado de las matanzas de focas, de delfines, de zorros para vestir a zorras y de bisontes que si pudieran mudarían de piel.
Somos una especie destructiva y egoísta que pedimos por lo nuestro pero se nos olvida que en el planeta no somos lo más importante.
Queremos viviendas dignas con agua corriente mientras dejamos que los ríos se sequen o se contaminen.
No nos importa el PVC tóxico de las ventanas, los bosques talados para madera, ni las emisiones de CO2 de esos vehículos que queremos poder pagar sin agobios.
Soy uno más de las protestas, pero no a costa de perder lo más valioso que tenemos: la naturaleza.
Esa que aún nos deja disfrutar de sus colores, sus paisajes, sonidos y olores a pesar de todo lo malo que le hacemos.
Es la hora de los animales, de las flores, del agua y de las piedras.
Ecología real ya, ese es el auténtico cambio de conciencia.



martes, 24 de mayo de 2011

La respuesta está soplando en el viento



Las palabras van y vienen, se las lleva el viento, se suele decir.
Cuando muchas voces se unen provocan al menos que el resto de seres se giren para intentar saciar su curiosidad. El ruido tiene sus ventajas, no todo son inconvenientes.
Lo malo del estruendo es que su duración varía dependiendo de los altavoces que tengan cerca.
Las redes sociales hacen menos necesarios a los periodistas tradicionales para transmitir el mensaje, pero aún sigue siendo un medio minoritario y necesitado de más fuerza.
Hay veces que las gargantas se cansan aunque la voluntad quiera seguir gritando.
Los periodistas debemos estar al servicio de las voces que piden, ríen, lloran, sufren y tienen historias que contar, no de los poderosos que amordazan y ponen adornos a las verdades en defensa de intereses comerciales.
La Democracia real ya, se entrelaza con un periodismo real inexistente pero igual de necesario.
No todo es una acción reacción, existen los plazos, el tiempo.
Habrá que esperar, las voces no han sido en vano.
La respuesta aún se puede encontrar soplando en el viento. 

(70 aniversario del nacimiento de Bob Dylan)



lunes, 23 de mayo de 2011

Resaca electoral



Trece horas duró la jornada laboral de ayer y mis neuronas están haciendo skate dentro de mi cabeza. Me patina hasta el bulbo raquídeo.
Desde las 10 de la mañana hasta casi las 12 de la noche contando a través de las ondas, participaciones y escrutinios, para empezar a re-contarlo a las 6:30 de la mañana.
Hubiera sido mejor negocio equiparme con un saco de dormir y quedarme a pasar las pocas horas de noche acompañando al fantasma Dieguito que andurrea en esta no tan Santa casa.
En la pizarra, abriéndose hueco entre listados, mapas y fotocopias varias, continúa mi aportación matutina de ayer en letras mayúsculas: Estoy electo.
Los que estáis acostumbrados a mi "peculiar" humor y jueguecitos de palabras, no hace falta que digáis nada.
Juanma, mi mano derecha e izquierda en la radio (ya que todo programa que se precie, no es nada si no hay un tipo con manos de pulpo y capacidad sobrenatural de hacer que todo suene), remató la jugada con un: así lo dice un chino.
En fin, nosotros nos entendemos.
El caso es que estoy más cerca de Sol que de lo que ayer estuve contando. De los sensatos, eso sí, no de los que se les empieza a cruzar el cable pidiendo cualquier cosa como reivindicación. Me gusta la seriedad en ese tipo de asuntos.
Después de ayer nada cambia, ni siquiera mi interés por la política. Conseguirlo es como intentar meter un gato en un barril lleno de agua.
Es pensar en imputados, sueldos vitalicios, paro, viviendas, bancos y cajas, y la elección se me baja.

sábado, 21 de mayo de 2011

Al otro lado del espejo (XXXVI)

La conquista de Marte, el Planeta Rojo, ha sido un tema recurrente en numerosas películas de Ciencia Ficción. ¿Podría convertirse en algo real? ¿existen realmente posibilidades de que el ser humano llegue a conquistarlo?

viernes, 20 de mayo de 2011

Jornada de reflexión



Lo de la reflexión me suena a hacer dos flexiones y la verdad es que me parece lo justo porque no tengo el estado físico en condiciones como para demostraciones gimnásticas.
Aún no tengo decidido si voy a ir a votar, si votaré en blanco, nulo o al partido con el nombre más cachondo. No lo tengo decidido, aunque surgirá de forma espontánea.
Supongo que lo bonito de la Democracia es que cada uno pueda tener la opción de hacer lo que le plazca sin tener que dar explicaciones. Ese derecho lo consiguieron personas que no tuvieron las mismas oportunidades para elegir a la persona que condujo sus vidas durante cuarenta años. Probablemente les debamos a ellos ejercer ese voto.
No me gustan las crispaciones ni el intento de imponer las ideas propias sobre las ajenas. Prefiero la libre expresión que nutre las protestas pacíficas y civilizadas.
No me convence cuando alguien hace referencia a las palabras que caen en sacos rotos. ¿Qué importa que caiga dentro de un saco o no?
Lo importante es que caiga, aunque sea al suelo y se quede en charco.
El domingo cada cual tomará su decisión, ya sea por convicción, por conformismo, por apatía o por seguir a un rebaño.
No importa el motivo, siempre y cuando nadie impida que ejecutemos el derecho de votar o de no hacerlo.
Elegiremos mal o bien, eso sólo el tiempo lo sabe. Lo importante es que lo hicimos de una forma libre.

jueves, 19 de mayo de 2011

Cheque sin fondos



Más allá de la voluntad está la creencia, la Fé dirán algunos. La confianza en poder poner tu mano sobre una mesa con la tranquilidad de saber que una guillotina no caerá del techo para cortarla.
No basta con querer para poder. En los días en los que la tormenta suena con un repicar distinto, más fuerte en su impacto contra el suelo, se necesita la tranquilidad de saber que el paragüas resistirá el golpe.
Los cambios siempre son buenos si renuevan el aire y dejan pasar la calma en vez de limitarse a morir. Pero no a cualquier precio.
Siempre que se reivindica debe prevalecer la sensatez de lo que se pide y no limitarse a seguir la corriente para pescar mejor en las aguas revueltas.
El trasfondo no es de partidos, de colores, ni de vanidades.
Se trata de conciencias que no están a la venta. De pensamientos que van más allá de las verdades a medias y de las mentiras enteras.
Cheques sin fondo que casi siempre terminan en las mismas carteras. Se acaba el crédito de los que se oponen y de los que gobiernan.
No es cuestión de elegir un papel con un nombre impreso y meterlo en una urna. Sino de saber que al depositarlo, no se cerrará el agüjero atrapando tu mano, el futuro, tu bolsillo y las ganas de un mundo distinto que parece lejano.
Porque más allá de la voluntad de pedir un cambio, está la confiada creencia de que todo puede ir mejorando con el paso de los años. 



miércoles, 18 de mayo de 2011

Como en tiempo de cantautores



Las voces no estaban muertas sino dormidas.
Cuando las esperanzas tienen un fin positivo hay lluvia de vino y rosas. Las calles son tomadas por palabras de un mañana distinto, de un quizá menos dubitativo, de silencios voluntarios y opiniones libres a pie de vida.
El kilómetro cero en las entrañas de la gran ciudad aumenta sus números con presencias, miradas, manos y voces que expresan lo bueno y lo menos bueno.
La conciencia no es un bien de tiempos pasados. Perezosa en ocasiones, se convierte en el arma más fuerte de la que dispone el ser humano. No exíste bomba más potente que la voluntad de las personas para lograr que algo cambie.
El planeta sufre un cambio que es necesario mirar con los ojos abiertos y sin miedo a lo que asomará detrás de la ventana.
El hoy es un camino de espinas que hay que barrer para forjar el mañana.
El futuro no es más que lo que construímos cada mañana, cada minuto, con cada palabra.
La canción protesta resuena hueca debajo de los adoquines de una ciudad evolucionada, transformada, pero que en esencia, sigue latiendo como si no hubiera cambiado nada.

martes, 17 de mayo de 2011

De profesión: Montador del Ikea




Por todos mis allegados es conocida mi portentosa habilidad para el bricolaje y las chapuzas en general.
Soy capaz de cambiar la decoración de mi casa entera con la ayuda de un único clavo. Ni siquiera hace falta que sea uno grande, con uno chiquitito me sobra.
Soy capaz de agrietar la pared, desconchar la pintura, reventar el cristal de los cuadros, destrozar los marcos, romper el jarrón, cortarme el dedo gordo del pie con los restos, empapar la alfombra y aplastarme el dedo meñique de la mano, todo esto del primer martillazo.
Segundos después vendrá el listillo de turno a preguntarme; ¿has utilizado el nivel para ver si lo estabas clavando a la misma altura?.
¿De verdad alguno de vosotros, conocidos míos, me véis la capacidad de utilizar un nivel?
Si ayer para colgar unos cuadros a la misma altura iba haciendo agujeritos hasta comprobar que estaban a la misma altura...a ojo, por supuesto, como todo buen manitas.
Resultado: cuatro marcos de fotos colgados y unos 10 orificios tras ellos. Un trabajo fino.
Eso sí, no hay tornillo Händstarkutren, mesa Ramsklüntrinkin, ni estantería Klünderjánder que se me resista.
Visto lo visto, tal como andan las cosas, si el tema de la radio falla me hago montador del Ikea.
Primero cambiaré mis herramientas del chino por unas más acorde con mi profesionalidad. Un martillo que no salga disparado del mango y destornilladores que no se doblen al más puro estilo Uri Geller, sólo con mirarlos.
Por lo demás, sin problemas. Es un detalle sin importancia que siempre atornilles uno de los paneles al revés o que se te quede una balda torcida. Inginificancias, no hay que ser tampoco tan sibarita.
¿Y la satisfacción que da montar tu solito la cajonera Desköjonflunkën qué?
El que no lo disfruta es porque no quiere.
Periodista y locutor sí, en mis ratillos libres. De profesión: montador del Ikea, con un par de Wuëhvosjelängs.

lunes, 16 de mayo de 2011

Comecocos



Pasear por la Avenida Pablo Iglesias tiene sus contrastes.
Por una acera pasan caminantes, corredores esporádicos y otros obsesivos, todo mezclado con una gente de clase media pudiente e incluso tirando a alta.
Por la otra acera hay un par de personas que cada madrugada ocupan los soportales para dormir bajo cartones. Chicos africanos, muy jóvenes, que aprovechan el fin de semana para ganarse calderilla como aparcacoches, para raparse el pelo los unos a los otros en el parque adoquinado y echar un sueñecito aprovechando la sombra de los árboles.
Los campos de golf atraen a otra clase de personas. Pero mi comentario no va enfocado en esa dirección, quizá otro día.
Siento rabia al ver cómo personajillos bien vestidos, se acercan a estos chicos con una amplia sonrisa de buitre hambriento en la boca y un panfleto entre las manos.
The salvation is here le decía un pequeño hombre de bigote canoso y gafas a medio caer en la nariz, mientras le señalaba las venenosas letras. Qué cabrón, pensé yo.
No me gustan las alimañas que se nutren del sufrimiento ajeno. Es despreciable que intenten captar siempre a los más castigados por la vida para intentar satisfacer su causa.
Me gustaría saber qué tipo de cosas les ofrecen y prometen.
Al girar la cabeza instantes después, el hombre del bigote se convirtió en buitre y atrápó con las garras al muchacho que ni siquiera opuso resistencia. Se alejó aleteando el carroñero con sonrisa triunfante mientras mi frustración crecía.
Hay cosas en este mundo que sigo sin entender y por más que me esfuerzo no logro comprenderlos. Es una rebeldía que me quema por dentro, que a veces debo contralar.
No es fácil, quizá porque para cambiar algo de nuestra actitud es necesario quererlo.
Sinceramente, yo no quiero.

sábado, 14 de mayo de 2011

Al otro lado del espejo (XXXV)

¿Es posible crear un clon de un hombre de Neardenthal?
Con algunos avances genéticos, podrían acabarse ciertos mitos del ser humano.


viernes, 13 de mayo de 2011

Con nombre de poeta

Jueves 12 de mayo (por error de blogger este artículo no aparece en fecha correcta)


(foto:http://www.formulatv.com)


Lorca amanece en tensa calma, agrietada, maltrecha, sin movimientos estremecedores bajo sus pies.
Los supersticiosos o amigos de la numerología, ven la coincidencia extraña en el número 11 que acompaña las fechas de muchas tragedias. Les escucho, observo y me abstengo de hacer comentarios. No suelo creer en las casualidades.
En lo que creo es en la naturaleza, en su sabiduría y en las señales que nos envía.
La Pachamama se retuerce como mensaje de un futuro que debemos buscar. Las emisiones de CO2, los gases tóxicos, la contaminación acústica... a lo mejor deberíamos pensar en cerrar las centrales nucleares.
Quizá sea una señal, un aviso de lo que hacemos mal y todavía estamos a tiempo de solucionarlo.
Lo importante son las personas, incluso por encima de la noticia. Existe un límite que nunca hay que traspasar, pero se hace.
Me gustan los reporteros a pie de calle que cuentan lo ocurrido, que sintetizan las cifras y saben buscar protagonistas.
No me gustan las imágenes en bucle de cierta televisión, mostrando un niño fallecido, tirado en el suelo, tapado por una manta térmica, buscando el zoom a sus delgadas piernas que han quedado descubiertas.
Es interesante realizar programas radiofónicos en directo desde la zona afectada, pero pierde categoría sobrecargarlo y adornarlo con ráfagas, caretas de entrada y eslóganes de si algo pasa están allí.
Lamentable que un periódico de Cataluña ponga por delante en portada la Liga del Barça que el suceso de Lorca.
Probablemente sean formas de entender el periodismo.
Ante todo hay que entender la vida. Personalmente no me quito de la mente al niño, ni a la chica de 22 años que estaba embarazada.
Por ellos y otras tantas personas que sufren en este mundo, mi abrazo y mi ánimo más profundo.


http://www.quake-maps.com/

Mujeres de cartel

(foto:http://www.365noticias.com/)


Me sorprende sorprenderme todavía cuando veo carteles anunciantes de moda.
Pensaba que había pasado la etapa de plasmar en fotografías claramente manipuladas por photoshop, mujeres que no se ajustan para nada a cuerpos reales, ni mínimamente a la imagen de la modelo en cuestión.
Sin duda sigue siendo un mal ejemplo para cientos de adolescentes que les gusta ir de tiendas a comprarse sus modelitos, pero que seguramente no encuentren su talla porque la empresa fabricante así lo decide. De ahí vienen después las insatisfacciones personales, que en chicas jóvenes se convierte en algo importante.
No me gusta como hombre heterosexual ese tipo de mujeres. 
Los retoques están bien, pero no tanto como para que Ana Rosa Quintana parezca más joven que una niña de 13 años.
La sociedad nos lleva a estas cosas y los problemas que genera terminan por provocar enfermedades muy difíciles de superar.
No me gusta que jueguen de esa forma con los posibles complejos de las personas. Es cruel y miserable.
La gordura no es sana, pero tampoco la mentira.
No son esas fotos lo que entiendo yo por moda.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Tiempo que se mueve como la tierra



Todo pasa y todo queda, dijo el poeta.
Dicen que el tiempo lo cura todo y sin embargo, lo dudo.
La vida es una carrera de relevos. Siempre nos fijamos en el que corre hacia la meta pero nunca en el que ha pasado el testigo.
Nuestra atención se fija brevemente en un objetivo, para rápidamente pasar al siguiente.
Angustia pensar en el estremecimiento de la tierra nipona hace tan sólo dos meses. Haití ya pasó el relevo. Bin Laden eclipsó a Siria y de Egipto nos acordamos cuando truena.
El tiempo pasa cuando se mira desde lejos, pero el discurrir de los días se antoja distinto para los que continúan en el epicentro de la tragedia.
Lento o rápido, son conceptos relativos.
Los pensamientos se quedan cortos. Las manos que prestan ayuda se cuentan de una en una y no a pares. El empeño es un eco lejano que pasa de moda.
Estoy seguro de que si nos preguntaran, muchos cambiaríamos el dinero gastado en campañas electorales y carteles propagandísticos, por comida y ayuda humanitaria para Japón, Haití u otros lugares necesitados.
Mezclo utopías con canciones. Gente que sigue calando en las conciencias, incluso cuando se cumplen 30 años de su muerte. 

martes, 10 de mayo de 2011

Extremidades inferiores



No creo en el blanco o el negro.
No me gusta el sí porque yo lo digo, ni el no porque a mí no me da la gana.
No quiero ser de tu equipo si para ello estoy obligado a pensar siempre como tú, ni ser el enemigo por pensar lo contrario.
No comparto el discurso de hoy cuando es totalmente opuesto al de mañana.
No tolero el haz lo que yo diga pero no lo que yo haga.
No me gustan los extremos ni a derecha ni a izquierda.
Cambio los extremismos por unas extremidades inferiores dispuestas a caminar hacia el frente.
No estoy dispuesto a mirar sólo lo que me señalan, ni a escuchar exclusivamente lo que me gritan.
No comprendo el a Dios rogando y con el mazo dando.
Cambio lágrimas rotas por sonrisas recompuestas.
Sí creo en lo que pienso y en los pensamientos que otros me brindan, no en lo que me obligan a pensar.
Creo en la libertad de cada uno para creer, o dejar de hacerlo, en cualquier cosa que compone este mundo.

lunes, 9 de mayo de 2011

Mis extraños vecinos



Mientras que otros hacen zapping en su televisor buscando programas de corazón, yo he gozado del dudoso privilegio de poder disfrutar del show con la única separación de una pared. Tampoco vamos a engañarnos pensando que es una pared robusta, de esas que aislan del frío y el ruido.
Sólo añadiré que tenían una vida sexual medianamente activa.
Y es que he tenido unos vecinos que conservaban la media de una discusión por día. Extraordinarios pulmones, con una capacidad de mantener el tono del grito sin llegar a la afonía.
Me sé su vida mejor que la de muchos de mis amigos.
Cuando la cosa se ponía interesante, ya que la televisión prácticamente no podía escucharse, decidía ponerla mudo y girarme de cara a la pared para centrarme en el tema conflictivo del día. En más de una ocasión quisé intervenir para dar mi opinión, pero me parecía un poco fuera de lugar.
Que nadie se confunda pensando que me ponía con la oreja pegada a la pared para poder escucharles. El método del vaso de cristal funciona muchísimo mejor, se consigue una nitidez magnífica.
Después del embarazo, de los cuernos y de la plantación de maría que descubrí en su terraza, hace poco decidieron mudarse.
Recuerdo su cara de extrañeza al verme despedirles desde el balcón a lágrima viva y con un pañuelo blanco, pidiéndoles que me escriban para ponerme al día de las últimas novedades.
No es menos cierto el dicho de otro vendrá que bueno me hará.
Los nuevos viven en un silencio sospechoso hasta eso de las 12 de la noche, que encienden las luces y comienza el ruido y las conversaciones hasta las 6 o 7 de la mañana.
¿Gremlins? ¿vampiros?
Ni idea. Sólo sé que no queda ni rastro de la plantación de marihuana.

sábado, 7 de mayo de 2011

Al otro lado del espejo (XXXIV)

¿Conoces el proyecto Mohole?
Todas las amenazas no siempre llegan desde el exterior. ¿Qué ocurriría si pudieran venir desde dentro de nuestro propio planeta?
La estructura interna de la tierra puede tener las respuestas.

viernes, 6 de mayo de 2011

Carrusel de promesas



Prometo no cansar demasiado con asuntos políticos estando a las puertas del fin de semana. Puede ser el detonante de lipotimias y espasmos musculares de los cuales no quiero ser responsable. Lo he prometido, otra cosa es que lo cumpla.
Y es que con el comienzo de la pegada de carteles electorales esta pasada noche, se da rienda suelta a las imaginaciones de los asesores y miembros de los partidos.
Yo en vez de carteles, pegaría directamente al candidato en la pared o en lo alto de la farola y no le despegaría mientras no cumpla lo prometido. Lo mismo así se lo pensaban dos veces antes de soltarlas por la boca.
Personalmente me imagino la escena y tiene que ser divertido. Muchas veces tengo la sensación de que se sientan unos cuantos alrededor de una mesa y el juego consiste en ver a quién se le ocurre el mayor disparate.
Momentos en los que el candidato le dice a su asesor, trae a Fulanito que es un cachondo, verás como se le ocurren unas cuantas y nos echamos unas risas.
No pretendo ofender a políticos que puedan leer esto, pero tampoco me gusta que ofendan la inteligencia de las personas.
Ellos tienen su derecho a prometer, yo me reservo el mío de querer o no creerlos.
Me gustan los pólíticos serios, coherentes con lo que piensan y proponen. A fin de cuentas tienen en sus manos la capacidad de tomar decisiones que nos afectan a todos y a nuestra vida diaria.
Lamentablemente en España tenemos tendencias distintas en cuanto a las promesas. Somos más del prometo y prometo hasta que la meto, y una vez que la he metido, se acabó lo prometido.

jueves, 5 de mayo de 2011

Días con sueño



Los días con sueño parece que amanece más despacio. El agua de la ducha molesta al rozar la piel pero no espabila las funciones del resto del cuerpo.
Los ojos hacen lo que pueden, pero la capacidad de abrirse está limitada. Pesan, se cierran como mecanismo de defensa ante un despertar no deseado.
La luz convierte en dolorosa la mirada, hasta juntarse en el punto exacto del entrecejo, en el lugar en el que la nariz se arruga aunque es incapaz de captar olores.
La pantalla del ordenador se convierte en un ilusionista con poder de hipnotizar y reducir tus sentidos hasta el punto más débil de las percepciones.
Pesan las horas en el reloj atado a la muñeca. Se acumulan a los años de madrugadas interrumpidas por el sonido de un despertador y a los sueños sin concluir por falta de tiempo.
Quizá hace demasiado que no consigo terminar uno. En el momento en el que el sueño debe llegar al desenlace, se desvanece de manera forzada y repentina.
A veces me pregunto en qué acabarán las historias que aparecen en mi mente cuando estoy durmiendo.
Quizá llegue a descubrirlo, incluso a soñar más rápido.
Lo único que sé cada día que me levanto, es que aún no he llegado a alcanzarlos.
Llegarán, tarde o temprano.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Electoralitis




Esta mañana me he puesto delante del espejo y he sacado la lengua para comprobar mi estado de infección. Tras una breve inspección he llegado a la conclusión de que me encuentro en fase inicial aunque con pronóstico reservado.
De momento no tengo las pupilas dilatas, las orejas mantienen una buena capacidad auditiva y aunque se advierte un ligero colgamiento de mandíbula, no llega a ser todavía expresión permanente de boquiabierto.
Se avecina la tormenta electoral y no tengo paraguas.
Me cansan las promesas de autómatas con el discurso aprendido de carrerilla, los aplausos programados con cualquier palabra que se diga, independientemente de su significado.
Formo parte de un espectáculo del que no quiero ser cómplice. Me aburre comprobar que pasan los años y las cosas no cambian.
Otro síntoma es el sudor frío que cae por mi frente cuando pienso en los debates y en los cara a cara. Algún día les quitaré los folios del atril y veremos qué ocurre. Probablemente se lo jueguen a los chinos a falta de recursos lingüisticos y de oratoria.
Otros lo disfrutarán en su continuo empeño de trepar en una profesíón periodística con graves signos de putrefacción interna.
Yo de momento me pongo el termómetro, aún no hay fiebre.
Veremos a ver si no se convierte en crónico este ataque de electoralitis agudo.

martes, 3 de mayo de 2011

Osama

(foto:http://argelia.pordescubrir.com/)


Hay noticias que tienen aroma de tristeza, de sucesos grabados a fuego en la memoria de las personas que habitamos un mundo agridulce. 
El terror ha perdido un adepto y la esperanza deja de ser lo penúltimo que se pierde para recuperar su lugar final.
Probablemente es peligroso sentir tanto delirio y alegría desmedida ante la muerte de un ser humano, pero es una euforia colectiva difícil de frenar e incluso comprensible. No es sencillo mantener la cautela, pero su desaparición sacia parte de una sed de venganza de miles de familias que sufrieron por su crueldad miserable.
Con él se acaba con un símbolo del miedo, pero no con el terrorismo que fundó, ni con el resto de seguidores que amenazan a los que entendemos la vida como una paz sin interrupciones ni excepciones.
Mi duda es la de todos, la de no comprender por qué el cadáver acaba en el fondo del mar. Damos por cierta su muerte, pero queda esa laguna informativa que no complace del todo. 
Su tumba no será un lugar de peregrinaje, esperemos que su imagen no se convierta en la de un mártir.
Las vidas que arrebató a su paso sí sabemos dónde se quedaron, en las ruinas de un edificio, en las vías del tren.
Se quedaron en nuestras mentes, en el pensamiento que hoy ha regresado a todos nosotros mientras respiramos profundo, probablemente algo más tranquilos.
Con menos mala gente, incluso el aire es más respirable.