lunes, 7 de octubre de 2013

Y sin embargo...



Y, sin embargo, aquí sigo.
A pesar de lo que no se ha conseguido, que dista mucho de ser fracaso.
Aunque a veces parezca que luchar es sinónimo de darse golpes contra un muro demasiado alto y robusto.
A pesar de que cada día que pasa resulta más difícil ser escuchado, leído o simplemente tenido en cuenta, en un mundo en el que la suerte no depende del pie con el que te has levantado.
No hay más suerte que la que se busca sin descanso, aunque a veces fatigue demasiado levantar piedras con la mente para seguir buscando el premio.
A pesar de que la tentación de rendirse a veces sea más fuerte que la voluntad de volver a levantarse.
Porque la insistencia no es siempre una virtud de los testarudos, sino de los que saben que hay más por descubrir y más agua dulce para saciar la sed.
Sigo sin comprender a muchos y sin saber si la meta es realmente el lugar al que debo ir. No lo sé.
Y, sin embargo, aquí sigo. Inasequible al desaliento y cada día más empeñado en hacer de esta vida, un verdadero éxito. 

domingo, 21 de julio de 2013

Aires racheados


Solemos acordarnos de los buenos momentos cuando soplan vientos en contra y nos fuerzan a apretar un poco más nuestros pasos. 
Dicen que de lo malo se aprende, aunque algunos aprendizajes sean más complicados que otros. No es que no se aprenda de lo fácil, sino que no nos paramos a analizarlo, ni le damos la importancia que deberíamos.
He decidido que cuando pasen estos vientos, aprenderé más de lo bueno, incluso me centraré más en encontrar y explotar lo positivo. El aire en la cara sirve también para despejar ideas, para ver con claridad los nuevos horizontes que se abren.
Nunca es tarde, incluso para los que están al límite de que lo sea.
Las rachas no duran eternamente, son variables, así que voy desplegando mis velas, que una vez que pase la tormenta, el sol me llevará más allá de mis esperanzas, que hasta ahora permanecían calladas.
Seguro que esta vez la ficción supera a la realidad.

lunes, 8 de julio de 2013

Siempre dentro de mí

Hay historias de amor que mueren antes de nacer.
Otras nacen sabiendo que morirán más temprano que tarde.
Luego existen las otras historias de amor, las verdaderas, que no pueden morir porque son eternas.
Con tu partida no se cierra un círculo, sino que se sigue completando la historia de amor más bonita que jamás podrá ser igualada.
Siempre dije que eras la persona con mayor capacidad de gruñidos por minuto, pero también alguien único, capaz de reunir a tu alrededor, con tu gracia y tus bromas, a todo aquel que tuvieras cerca. Un sentido del humor, tan característico y único, que se antoja irrepetible.
Esta mañana he vuelto a colocar sobre mi cama la manta que me tejiste hace años, cuando aún era un niño. Al irte, hemos descubierto entre tus cosas, que tenías guardados más cuadrados tejidos para ampliarla al ver que al crecer se me había quedado pequeña. No importa que no pudieras terminarla, que tus manos no te permitieran hacer el trabajo, la prefiero como está, pequeña. 
Ahora podré arropar con ella a alguien que también es pequeño, que como tu decías no tiene nariz, pero  sí una risa especialmente contagiosa.
Siempre recordaré tus manos de uñas largas pintadas de rojo intenso, tu forma de ser conmigo, que siempre me consentiste un poco más que a los demás, aunque te dijera las mismas cosas que el resto, de mi boca siempre parecía molestarte menos.
Te echaré de menos, probablemente cada día, pero sé, que hay historias de amor que tienen este tipo de finales felices.
Aunque duela una ausencia, en ocasiones la tristeza conduce a saber, que fuisteis felices para siempre, allí dondequiera que estéis.

martes, 4 de junio de 2013

Tiempo de receso



Hay momentos en los que ciertas cosas se dejan en un segundo plano, no es un abandono, ni nada definitivo, pero sí una forma de concentrar energías en otros menesteres.
Los que seguían este blog, han visto un cambio sustancial en la frecuencia en la que se actualiza este lugar de pensamientos e historias imaginarias.
Si todo sale bien, los esfuerzos ahorrados en estas líneas, se verán recompensados en forma de novela que tiene la más firme intención de entretener e interesar en partes iguales. 
En estas últimas fechas he aprendido que los concursos literarios son un reto, pero que la mayoría de ellos son un saco roto en los que optar al premio es una misión que roza lo imposible. No voy a generalizar, pero hay una mayoría de ellos que huelen un poco a chamusquina. 
Algunos pensarán que el sector literario está muy mal, que es un aventura atrevida insistir en ser escritor en estos tiempos que corren. Quizá tengan razón, pero a lo mejor no.
Un novela corta recién escrita y presentada a concurso, ha sido más leída que muchos libros que se encuentran en librerías, así que gracias a familiares y amigos por ejercer de críticos, pero sobre todo gracias por haber disfrutado de la historia.
Habéis sido parte de mis pensamientos, de mi imaginación, y en general habéis salido satisfechos.
Desconozco el futuro de mis novelas más extensas, de los futuros proyectos, pero mientras haya una sola persona que disfrute con lo que mi cabeza plasma en unas hojas vacías, sin duda, habrá merecido la pena.
Aquí escribo menos, no por dejadez, sino por la lucha sin descanso de otros sueños.

lunes, 22 de abril de 2013

Hay otra forma de ver la vida



Nos estamos acostumbrando a que todo se vaya complicando cada vez un poco más. La tendencia positiva nos resulta poco familiar, parece que lo normal es que lo que hoy está mal, mañana irá peor.
Pero, ¿por qué?
En algún momento concreto hubo alguien en el mundo al que se le ocurrió decir que la vida es dura, que hay que luchar y pelear para salir adelante.
¿Quién dijo eso?
Y lo que es peor aún, ¿por qué le hicimos caso?
Quiero que alguien me de una razón convincente, que me haga bajar los brazos y me aplaste con una lógica irrefutable. Deseo que alguien sea capaz de decirme por qué la vida no puede estar hecha para disfrutarla, para sonreir, y para preocuparnos exclusivamente de lo importante.
Si nos basamos en la sociedad establecida, en la que es necesario realizar un trabajo para ganar un dinero que luego cambias por cosas, ¿acaso la gente no puede sentirse feliz o satisfecha realizando una profesión?
El problema no es que no se pueda, sino que así nos lo han hecho pensar. A un alto porcentaje de personas se les ha impedido realizar sus sueños, llegar a ser lo que un día imaginaron.
Somos las piezas de un tablero que unos cuantos se dan el lujo de mover, entre otras cosas porque estamos convencidos de que nuestros movimientos están limitados.
No lo están, somos libres, pero hemos comenzado a olvidarlo.
El fracaso no existe, todo se compone de un ensayo y error, casi siempre hay que errar unas cuantas veces hasta llegar al acierto.
Me niego a aceptar que hay que luchar de esta manera para sobrevivir.
Sobrevivir no es vivir, es desperdiciar una vida compuesta de un tiempo irrecuperable.
Si realmente es verdad que la vida es tan dura, ¿por qué no lo es para todo el mundo por igual?
Simple: porque no es cierto.
Tiene que llegar un momento de cambio, en el que los ojos se abran y las mentes dejen de ser prisioneras de discrusos antiguos y dados por buenos sin ser analizados.
La vida tiene que ser maravillosa, puede serlo, estoy seguro de ello. No tengo la menor duda de que trabajar puede servir para obtener lo que uno desea, para realizarse como persona.
¿Qué la vida es dura?
Dura es la miseria, las desigualdades, los maltratos, las violaciones, las guerras, el hambre...
¿Acaso es la vida la que genera esas cosas?
No, somos nosotros, por creernos discursos estúpidos, de gente que vive muy bien a costa de que tú te creas que la vida es así, y que no queda otra.
Con estas reglas no quiero seguir jugando, así que lo siento, pero hoy he decidido que voy a romper el tablero.

domingo, 17 de marzo de 2013

Si digo lo que pienso

(foto:zazzle.co.uk)

Digo lo que pienso como norma habitual, menos cuando pienso que no debería decirlo y entonces termino por pensar demasiado.
Me cansa que los demás me hagan pensar con sus continuos estados de inquietud agobiante. Me produce un rechazo alarmante escuchar las quejas conflictivas que no llevan a ninguna parte. 
Hay gente que se preocupa demasiado porque los demás hagan lo que ellos dicen y consideran oportuno en todo momento, y se les olvida que nunca hacen nada por remediar sus propias incongruencias. 
Vivimos un momento en el que todo lo que nos rodea parece un circo montado, en el que ya ni siquiera crecen los enanos. El chaparrón se puede aguantar, pero no que continuamente te roben el paraguas.
Los hay que pierden el tiempo discutiendo si es mejor un paraguas o un chubasquero, si la lluvia cae de lado o vertical, si les parece bien, mal, correcto, incorrecto, o fuera de lugar cualquier detalle mínimo, que por más que discutan sobre ello durante horas, la conclusión no les llevará a ninguna parte.
Me siento y espero con paciencia. Ya llegará mi momento.
Cada día que pasa es una nueva oportunidad para que el rumbo sea otro.
Pienso, y cuanto más lo hago, menos me apetece decirlo.
Diré que por decir lo que se piensa, no se está más acertado. Conviene no confundir sinceridad con indiscreción, que son algo totalmente opuesto, separado por una delgada línea que se cruza con demasiada frecuencia.
No pienso decir nada más.

sábado, 2 de febrero de 2013

Tu primer cumpleaños


Te miro y sé que no habrá nada de lo que haga en esta vida que pueda superarte.
Eres mi mejor logro, una ópera prima inmejorable que llenas de color este mundo que se nos va quedando poco a poco en blanco y negro.
Eres la primavera que mi corazón necesita cada día para ver los problemas con un candor distinto. Nada importa cuando está presente tu sonrisa.
Tus caricias, tus besos, tu mirada rebosante de picardía, son el alimento que cualquier alma cansada necesita. Contigo no hay espacio para la melancolía, sólo para la risa, el amor y la alegría.
El tiempo pasa rápido, y más rápido que pasará seguramente a partir de este día.
No hay mejor despertar que oírte y sentir tus caricias. 
Nunca se quiere demasiado, quererte se queda corto y expresar su magnitud en palabras resulta complicado.
Hoy es el primer año, el primero de muchos que espero seguir disfrutando a tu lado.


viernes, 1 de febrero de 2013

Un músico del Titanic


(foto:mitomanario.blogspot.com)

Se abre la brecha en el casco del barco y el agua entra sin remedio.
Este país se está convirtiendo en un lugar en el que es imposible mantenerse a flote, de nada sirve achicar agua.
Tampoco ayuda remar más fuerte, porque cuando los compartimentos empiezan a llenarse, hacer avanzar la nave se antoja casi imposible y únicamente se consigue una aceleración del agotamiento de algunos tripulantes.
Las ratas suelen ser las primeras en abandonar el barco, pero en este caso, son precisamente las que se quedan escondidas y agazapadas en él, después de haber hecho todo lo posible para agrandar el hueco por el que se cuela el agua.
La orquesta ya está en cubierta interpretando las últimas notas de su triste melodía. No se les ve, pero están ahí.
Ha sido la primera noche triste de un hundimiento anunciado, quizá para regocijo de muchos, que equivocados creen que no acabarán en el fondo con el resto del mobiliario.
Amanece y es momento de otear el horizonte.
Hoy me siento como un músico de la orquesta del Titanic, interpretando una melodía que nadie valora ni escucha, mientras se va hacia el fondo el barco.
Eso sí, llevo un chaleco salvavidas a prueba de mordeduras de ratas.

jueves, 24 de enero de 2013

Yo sí duermo por las noches


(foto:antesdelfin.com)

Las mentiras no lo son menos porque haya alguien que se las crea. La falsedad es el camino fácil porque no requiere el esfuerzo de ser contrastada, se da como válida a pies juntillas y casi nadie pide las pruebas que se le requieren a una verdad para ser creída.
Lo siento pero ya no paso por ese aro. El que diga algo, que lo demuestre con sus actos o mejor elija la opción de quedarse callado. El favor será beneficioso para todos.
La dictatorial falta de consenso es el final de la motivación con la que un profesional puede levantarse cada mañana e intentar explicar a la gente cuestiones que a veces ni él mismo entiende.
Comunicar y transmitir de forma correcta, ya es una tarea lo suficientemente díficil como para que haya que hacerlo sorteando minas enterradas por el camino.
Son menos peligrosas las balas que vienen de frente, que las que llegan por la espalda del supuesto fuego amigo. Las medallas hay que ganárselas, no que robarlas al que con todo merecimiento las ha conseguido.
La corrupción y la falta de honestidad tiene muchas profesiones y senderos escondidos.
A pesar de todo mi cara sigue mirando al frente y no aminoro ni un ápice mis pasos mientras recorro el camino. Duermo bien por las noches y la honestidad en lo que hago no me amarga, me siento orgulloso de mi trabajo y de lo que hago y digo.
Dime, ¿acaso puedes tú decir lo mismo?
Espero que lo contrastes antes de darme un "sí" definitivo.

jueves, 17 de enero de 2013

Here comes the sun

Hace unos días, curioseando por la red encontré este vídeo que me llamó la atención y que sin duda refleja la realidad de una sociedad de la que muchos formamos parte. La gente mueve a la gente, los sentimientos afloran  con la música de genios que la compusieron hace ya muchas décadas, pero que a día de hoy suenan igual de bien que el primer día. 
Aquí llega el sol, las nubes no pueden cubrir el cielo eternamente.

miércoles, 9 de enero de 2013

De repente un nuevo año

(foto:www.mediaite.com)

Casi sin darte cuenta, los años van pasando y los calendarios se van quedando anticuados. Pasas las páginas de tu vida y tachando unos días que no volverán, y que siempre te queda la duda de si realmente los disfrutaste pensando que eran irrepetibles.
No hay nada peor que entrar en bucle, dejar de ser dueño de tu rutina y que sea el día a día el que te atropelle y te arrebate el poder de decisión. Si la monotonía te quita el mando, no eres más que un autómata de ojeras y sonrisas aisladas.
Siempre que llega un nuevo año se pretende hacer todo lo que no se hizo anteriormente, como si fuera necesario un radical cambio de vida, cuando en realidad lo que nos da aire para respirar son los pequeños detalles.
Un nuevo año ha comenzado y la situación económica, política y social sigue siendo más protagonista que las personas y sus historias. Otro claro defecto.
Nos estamos desacostumbrando a escuchar con atención los susurros y dejar que los ruidos y el estruendo invadan nuestra capacidad auditiva. Debajo del grito siempre hay otros sonidos agradables que son los que realmente merece la pena rescatar.
Es el momento sembrar sonrisas para poder tenerlas listas en época de recolección.
Un nuevo año comienza, con 365 páginas en blanco que aún están por escribir. Yo al menos, no tengo intención de dejar que la historia de mi vida, con sus diversos capítulos, sea escrita por otros.
Si necesitas un bolígrafo, ya te presto yo uno.