martes, 24 de enero de 2012

La tendencia negativa

(Foto:avsansalvador.wordpress.com)

No me considero ni mucho menos un estudioso del comportamiento del ser humano, sino simplemente un mero (de simple, no de pescado) observador de las actitudes y expresiones corporales de la gente que se cruza por mi camino.
Me asombra la capacidad de las personas de destacar siempre lo negativo de las cosas, en vez de quedarse con la parte buena. 
Conozco a muchos que jamás serían vendedores de balanzas, fundamentalmente por su incapacidad de mantener un equilibrio coherente en la distribución de los pesos que componen cada asunto de la vida. 
Está bien pensar que si te compras un coche de muchos caballos consumirás mucha gasolina, que ahora está por las nubes. O que si te compras una casa grande, cuidado con el gasto en calefacción.
Pero, ¿de verdad es conveniente seguir esa misma lógica para todo?
Me sorprende negativamente el número de personas que ante la idea de tener un hjijo, sólo son capaces de decir: Olvídate de volver a dormir.
No hablan de todos los momentos bonitos, mágicos y maravillosos que puedes vivir o sentir. Ponen en la balanza no poder dormir y les pesa más que cualquier otra cuestión, que ni siquiera mencionan.
Creo que ultimamente mi cara de condescendencia se ha transformado en lástima ajena.
Es una pena que siempre puedan los pensamientos negativos, la tendencia a los contras denostando a los pros.
Quizá no vuelva a dormir, pero francamente, me alegra tanto...

miércoles, 18 de enero de 2012

Las mujeres y los niños primero

(Foto:cambiodigital.com.mx)

Que conste que no me parece de recibo faltar al respeto a las ratas, tal y como se viene haciendo en las últimas fechas en gran parte de los informativos de nuestro país. Es el calificativo más usado para referirse al Capitán del Costa Concordia, naufragado hace pocos días en costas italianas.
Se sabe que estos roedores suelen ser los primeros en huir cuando la cosa se pone fea, pero creo que ni siquiera estos animalitos peludos hubieran actuado de una forma tan miserable y patética.
Podría pensarse que su conciencia le machacará para el resto de sus días, pero suele ocurrir con frecuencia, que este tipo de personas no cuentan con ese tipo de remordimientos que en otros provocarían insomnio eterno y sufrimiento de por vida.
Lo que es cierto es que siempre los descalificativos hacen referencia al mundo animal, por lo que no sería de extrañar que algún día digan basta y aplaquen su sed de venganza. Es malo que te digan que eres un perro, si no te lavas eres un cerdo, un burro si no sabes nada, si eres cobarde eres un gallina, una ballena si estás gordo. Una mala mujer es una lagarta, una pájara o una zorra. Un hombre sobón es un pulpo, un salido un buitre, si pasas droga un camello, puedes ser una hiena, un loro o una cotorra, un trucha, un mariposón, una serpiente, una gata, y otros muchos animalitos que sirven igualmente para faltar el respeto a alguien.
Aún defiendo que todas y cada una de esas especies nos dan mil vueltas, a pesar de nuestro complejo de superioridad y de creer que estamos siempre por encima de cualquier otro ser vivo de este planeta.
Aún siguen apareciendo cadáveres y queda demostrado que el Capitán fue el primero en abandonar el barco.
¿Una rata? No. Simplemente un humano, un maldito cobarde.

jueves, 12 de enero de 2012

Comentaristas de lo obvio


Nunca me han gustado los observadores mediocres que se limitan a comentar obviedades que pueden resultar incluso dañinas para terceras personas.
Me parece de soplagaitas el que de buenas a primeras te digan que estás más gordo, más delgado, que te estás empezando a quedar calvo, o menuda melenita que llevas.
¿De verdad la gente piensa que es sinónimo de simpatia decirle a alguien que está más gordo?
Jamás he comprendido la necesidad de tales afirmaciones, a no ser que se justifiquen por una incapacidad neuronal del orador, que en muchos casos es lo que ocurre.
Podria decir que la gente es indiscreta, grosera, pero es que realmente lo que hay es una panda preocupante de idiotas sueltos por el mundo.
Suele decirse que el que tiene boca se equivoca, pero cuando el número de equivocaciones por oración supera a la correcta construcción de una frase, lo oportuno es hablar de bocazas, y de esos desgracidamente también está el mundo lleno.
Como siempre, más vale quedarse con lo positivo, con las personas capaces de ser agradables sin caer en el cínico peloteo.
Afortunadamente, ejemplos positivos también pueden encontrarse y desde aquí les muestro mi más sincero apoyo a su apareamiento y posterior procreación de retoños igual de positivos.
Una cosa es la sinceridad, y otra muy distinta la observación indiscreta, cargada en el fondo de un ánimo de tapar las propias carencias del individuo.
Mejor no confundirlo.

lunes, 9 de enero de 2012

Ligera cortina de humo

(Foto:Politiquiando.com)

El año comienza pero la consciencia colectiva está en modo stand by durante los primeros días, rodeada de una especie de nebulosa festiva que amortigüa la realidad imperante.
Una vez pasado el efecto de la anestesia, llega el momento de darnos cuenta de que la vida no está igual que hace escasos 9 días. 
Los precios de productos básicos han aumentado, los servicios, los impuestos, las retenciones fiscales, todo menos los sueldos.
En etapa navideña vamos al supermercado y el precio no importa porque la gente tiene el pensamiento de "total por un día", pero la cosa cambia cuando volvemos a la cesta de la compra habitual.
Si ya costaba ajustarse, basta echar un vistazo para comprobar que en una semana se ha complicado aún más.
Volvemos a la normalidad después de los excesos y de la festividad de unos días que no son más que un gran río en el que todo el mundo se da un chapuzón y se deja arrastrar por la corriente. Llegados a la orilla comienza el problema.
Algunos lo llaman cuesta de enero,  otros simplemente situación económica mundial.
Lo que parece claro es que cada vez el cinturón está más apretado para los de siempre, y lleno de agüjeritos vacíos para una minoría selecta.
Después de deslumbrarnos con luces y adornos, turrones y asados, la cortina de humo se disipa de golpe y porrazo y los bolsillos sollozan sin descanso.
Hacienda somos todos y la justicia igual para todo el mundo.
¿Verdad que estas palabras suenan peor cuando no se tragan con cava?

martes, 3 de enero de 2012

Cuestión de propósitos

(Foto:eldeportedeestudiar.blogspot.com)

Cada comienzo de año es un carrusel de buenas intenciones que con frecuencia acaban en nada, se pierden en un saco roto descosido por la pereza y por la apatía que la rutina convierte en frecuencia.
Los cristales de la ventana parecen proteger del mundo exterior, del frío y de la lluvia, pero la fragilidad es una realidad cuando aparecen las primeras grietas del vidrio. Entonces la valentía se convierte en dudas, y las ganas de luchar por los objetivos se transforman en deseos aparcados para un más adelante que probablemente nunca llegue.
Los buenos propósitos son las típicas palabrerías que plagan cada primer mes de cada año. Algunos cambian, van mudando la piel según la edad del que se lo propone, pero en esencia son las mismas añoranzas acumuladas de otros tiempos incatalogables como mejores o peores, sólo anteriores.
El gordo quiere estar flaco, el pobre salir del pozo, el solitario ser más sociable y el infeliz al que nada le satisface, lo quiere todo porque olvidó qué es lo que realmente le falta.
La vida pasa y la eternidad es el eco de nuestras acciones.
No creo en los propósitos de enmienda, ni en los que buscan enmendar los agüjeros de otros.
Cada uno es responsable de sus palabras y sus actos, aunque muchos olviden que la vida es un folio en blanco y siempre llega el día en el que se ven los renglones torcidos, o si la caligrafía era perfecta.
De niño me enseñaron a dibujar líneas con la regla en un papel en blanco, un entrenamiento para conseguir escribir sin torcerme, aunque nunca está de más pasarse la línea o saltarse algún párrafo.
Si esperas a que los logros lleguen solos, de nuevo tendrás que conformarte sin recoger la cosecha este año.
Por el contrario, si tus propósitos no están marcados, sino escritos en un destino incierto y complicado, lucha, ríe, vive, porque este puede ser tu año.