jueves, 15 de noviembre de 2012

La luz de tu risa

(Foto:Eje-central)

Tu sonrisa es la luz que ilumina los días tristes hasta convertirlos en primaveras, sin importar las estaciones. Las razones de la existencia adquieren sentido con tan sólo apreciar el candor de tu mirada dulce, con el tacto de tus pequeñas manos, que se aferran a mi cuerpo buscando la protección que siempre se traduce en calma.
La complicada vida se simplifica con un beso que llena de cordura los pensamientos magullados.
Eres la luz que da brillo a mis palabras, el sentimiento que aflora de un interior cansado de un mundo injusto, de una sociedad envenenada por el mal hacer del ser humano.
Con tu presencia cambias la inercia con la que gira el planeta, para llevarlo a un punto de esperanza que alcanza el pensamiento hasta abrazar el mensaje de que aún no todo está perdido.
Eres la voz que sale por mis labios y cada porción de creatividad que fluye por mi mente hasta completarse con mis manos.
Has conseguido que abrir una puerta sea el momento más maravilloso de un agotador día, porque tu sonrisa siempre espera tras el umbral con el amor incondicional que tan sólo puede aportar tu bondad y tu inocencia.
Estoy en vela mientras duermes en mis brazos. Jamás dejaré de luchar por conservar intactos tus sueños, para que el día de mañana la felicidad sea el estandarte de una bandera que siempre hay que ondear para que otros sepan que puede conquistarse la cima.
No me importa mi destino, lo que suceda o lo que el futuro me depare. Lucharé hasta gastar la última gota de mi aliento, para lograr que tu sonrisa nunca se apague.

jueves, 18 de octubre de 2012

Doble vara de medir


Algunos tenemos la extraña suerte de ser analizados con lupa en cada una de las acciones que llevamos a cabo durante el día. Hablo de suerte, ya que ante la queja del férrero marcaje al hombre que recibimos, obtenemos por respuesta que la situación es así porque somos piezas importantes en la labor que realizamos.
Sinceramente nunca he sido de los que eluden responsabailidades, es más, siempre doy el paso al frente cuando hay que tomar el mando en alguna situación. No sé si por la gran confianza que tengo en mis capacidades, o porque prefiero meter la pata yo, que siempre es mejor a que la metan otros, ya que después sabré cómo arreglar la desgracia si es preciso.
El yo me lo guiso y yo me lo como, aunque quizá sea una característica negativa en mí, egoísta, egocéntrica o cualquier otra palabra que empiece por ego, forma parte de mi personalidad y es mejorable, aunque francamente inevitable.
Los tontos son tontos y qué le vamos a hacer. Los que se lo hacen, son unos listillos convincentes que viven bien, pero nunca dejarán de ser unos mediocres. No les envidio, pero sí me tocan los órganos reproductores masculinos.
Si se me exige más que al de al lado por ser más capaz, más listo, o más alto, se me debería recompensar de manera proporcional entonces. Pero ahí el juego se rompe, esas reglas no interesan.
Interesa más minar la moral de las personas, no reconocer el trabajo bien hecho, y dar vueltas y vueltas a la tuerca, seguir apretando.
Lo malo es que algunos, estamos a punto de pasarnos de rosca.

lunes, 8 de octubre de 2012

Los sueños, sueños son

(foto:http://benditoseas.50webs.com/)

Cada sueño que existe es propiedad del que lo sueña.
Adopta las formas deseadas por el soñador, sin importar la dificultad de su realización, o la dureza del camino que lleve a alcanzarlo.
Los sueños también se deshacen como cartón que se moja después de que la lluvia les caiga encima.
Lo onírico puede tener una similitud energética, siempre y cuando se mire desde un prisma Einsteniano (que aunque no exista tal término, es el más apropiado).
Los sueños no se crean ni se destruyen, sólo se transforman.
La capacidad de soñar nace con el ser humano y se transforma de las maneras más variopìntas según la vida avanza hacia uno y otro lugar concreto.
Los sueños no se rompen, al igual que las ilusiones. Tan sólo se pierden las expectativas, que es aquello que nos creamos más allá de los sueños y las esperanzas.
La ilusión siempre está viva y es el polvo de hadas que hace volar a las mentes soñadoras.
Si hoy no alcanzas lo anhelado, si flaquea la ilusión, piensa que nada es eterno, que no hay mal que cien años dure, que es posible algo mejor.
Los sueños realizados son aquellos que nunca dudaste conseguir, aunque cueste, duela y haya que ponerle tesón.
Vivir soñando o soñar con vivir mejor, la vida es una sola y los sueños, sueños son.

lunes, 1 de octubre de 2012

La huída



... y al fin se fue, dejando a su paso las semillas que otros no supieron regar para disfrutar de las flores. Dejó como herencia la brisa y los buenos sabores.
Se cansó de cultivar en tierra yerma y decidió buscar la fertilidad allí donde la envidia no secaba los corazones.
Dejó su esencia en sus herramientas y su recuerdo en cada grieta de la tierra.
Agotado de la discordia, de la ceguera y la apatía, secó sus lágrimas para poder ver un nuevo sol más allá de las fronteras.
Envolvió sus defectos en un atillo para ponerlos a remojo en su nuevo destino, con cuidado para no perderlos y no desperdiciar la ocasión de mejorarlos.
El aire quedó impregnado con su visión de la vida, con sus palabras y la tranquilidad del que se siente viejo a pesar de los pocos años vividos.
Abrazado de sus pertenencias más queridas, de las dos mitades que componían el amor de su alma, volvió la vista para caminar sin tropezar con las posibles piedras aún invisibles en lontananza.
La negatividad y el egoísmo quedaron atrás junto al eco de sus pensamientos.
Dejó caer las últimas semillas de creatividad, talento y esperanza.
Secó las lágrimas que empezaban a brotar de sus ojos ante la incapacidad de comprender la complicación fabricada a partir de cosas tan sencillas, poniendo las alegrías fuera de su alcance.
Sin querer perecer, apretó con fuerza las riendas, apreto el paso, y al fin, se fue.

jueves, 27 de septiembre de 2012

El buen ciudadano



Señor Presidente:
No tengo entre mis costumbres nombrar específicamente a nadie cuando escribo humildemente en este espacio reservado para mi opinión personal, que a día de hoy, sigue siendo libre y de bajo coste. Pero en su caso, haré gustoso una excepción.
Agradezco sus atentas palabras al considerarme un buen ciudadano, ya que soy de los que no salí a la calle el pasado 25S. Sinceramente le diré, que siempre me he sentido dentro de ese grupo de personas, ya que sostengo la puerta de la calle a mis vecinos, doy educadamente los buenos días, cedo mi asiento a embarazadas y a personas mayores en el transporte público, no tiro papeles al suelo, nunca he pintado paredes ni destrozado mobiliario urbano, y en definitiva, siempre he respetado el lugar donde vivo y al resto de personas que lo hacen en el mismo espacio.
Quizá en el siguiente punto es en el que le decepcione. Si no salí a la calle a protestar ante sus recortes, la subida del IVA de los chuches, o el engaño en general que se respira en este país, no fue por seguir siendo un ciudadano modelo, sino por tener que cuidar a mi hija, que como usted y la Delegada de Gobierno comprenderán, no voy a exponerla a que le abran la cabeza de un porrazo o la maten de un pelotazo aquellos que ustedes alientan y dan palmaditas en la espalda después de hacer barbaridades.
Esa misma niña que, por otro lado, centra mis preocupaciones futuras y me convierte a su juicio, en un mal ciudadano, porque aunque no participe presencialmente en las manifestaciones, moralmente encabezo mi particular marcha contra todo lo que supone una represión, una asfixia a la ciudadanía y una amenaza para el futuro de niños y niñas como la mía.
Lamentablemente no podré dejarle una herencia millonaria acumulada gracias a una pensión de directivo de Caja de ahorros, ni de directivo de Bankia, ni siquiera de un político de un simple ayuntamiento nada dispuesto a bajarse un sueldo que ellos mismos consideran insignificante.
Lo que sí podré dejarle, señor Presidente, es la única educación que usted no va a poder recortar, la que su madre y yo le daremos en casa.
Una educación, que con toda seguridad la convertirá en una buena persona, respetuosa con el entorno, con las personas mayores, con la naturaleza y que le hará dar los buenos días cuando se cruce con los vecinos.
Sin embargo, señor Presidente, es probable que todo ello no sea suficiente para que sea catalogada como una buena ciudadana, porque gracias a esos valores aprenderá a que la sumisión, las injusticias y la ausencia de ética, son cuestiones contra las que merece la pena combatir. Sea en la calle, o en su casa.
Una casa que probablemente, esté muy lejos de este país que usted quiere mantener con buenos ciudadanos. Porque los malos, buscarán su brillante futuro lejos del alcance de chorizos y maleantes sin escrúpulos, hasta el día que políticos como usted, del partido que sean, caigan por su propio peso y sean esos ciudadanos de dudosa condición los que regresen a este país para levantarlo nuevamente.
Será entonces, señor Presidente, cuando es más que probable que se demuestre, que los buenos no eran tan buenos, ni los malos eran tan malos.
A fin de cuentas, ¿a usted le preocupan realmente los ciudadanos?

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Sentarse a esperar esperanzado




Hay ocasiones en las que necesitas subir a lo más alto de un lugar indefinido, sentarte y cruzar las piernas mientras contemplas bajo tus pies un amplio mundo que se extiende más allá de donde alcanzan tus ojos.
Respirar profundo sirve para que los pulmones renueven el aire, pero también para que la mente se despeje de problemas propios y necedades ajenas.
Pensar por uno mismo es el ejercicio más recomendable, pero a la vez el más complicado para muchas personas. En los momentos difíciles es más sencillo dejarse llevar por el razonamiento de la masa y no remar a contracorriente. Particularmente nunca me ha preocupado acabar muriendo en la orilla. Mejor eso a ser miembro alienado de una sociedad que asiente y no lleva la contraria.
Nuestra vida nos pertenece, hay que enfrentarse a la realidad de forma individual y sin estar demasiado pendientes de los posibles apoyos que encontremos en la escalada hasta la cima de la montaña. Decidimos qué o a quién nos cargamos a la espalda, pero el amor fusiona los cuerpos para que la subida no se haga más pesada.
Llegan momentos en los que hay que darle una vuelta al mapa, el camino a los sueños puede tener varias sendas y si no eres capaz de verlo, probablemente termines renunciando a ellos. Nunca hay que rendirse ni abandonar la lucha, tan sólo hay que saber encontrar el lugar adecuado por el que cruzar el cauce del río.
A veces las soluciones aparecen solas, cuando menos las esperas asaltan tu cabeza y te dan un nuevo impulso en la carrera.
Siéntate, toma aire, cruza las piernas. Las ideas están ahí, si cambias la forma de ver el mundo, es más que probable que las alcances. 

jueves, 2 de agosto de 2012

Momentos



La vida se compone de momentos y de personas que se cruzan en nuestro camino con una misión determinada. Los momentos son aprovechados o rechazados a partes iguales, aunque siempre hay que tener en cuenta que en un futuro puede surgir el arrepentimiento por opciones que se dejaron pasar de largo.
Por lo general nos alegramos menos por lo acertado, y nos quejamos más por la oportunidad que tuvimos y dejamos pasar.
Supongo que es de poco inteligentes no valorar lo que se ha obtenido a base de esfuerzo y decisiones, pero el ser humano está hecho para anhelar lo perdido, o desear lo que no es posible, y desperdicia gran parte de su vida con lamentos que nunca son la receta para mejorar y darle más sabor a la vida.
¿Qué importa si la situación no es la utópica y soñada?
Todos sabemos sacar partido a la realidad por más distinta que sea al esbozo que un día pintamos en nuestras cabezas. De pronto te das cuenta de que no existe una sola opción, sino que hay muchas piezas en el mundo que van componiendo el puzzle.
Mejor adornar la casa con objetos bonitos, que golpear las paredes pensando que otro lugar sería más propicio. El hogar es aquel que tiene nuestra esencia, y eso es algo que no puede comprarse.
Las personas que presumen de lo material, son el reflejo de una triste existencia necesitada de una llamada de atención, incapaces de conseguirla por sí mismos. 
Hay luces que no pueden ser eclipsadas. No hay nubes capaces de tapar las estrellas, sólo hay que subir un poco más alto para poder observarlas con su radiante belleza.
Quizá alguien sólo pueda brindarte una sonrisa, una mirada, una pregunta oportuna, o una sensación de calma. 
¿Acaso no es más de lo que tenías esta mañana?

martes, 15 de mayo de 2012

Dejen salir antes de entrar



Las pelusas en los bolsillos se declaran patrimonio histórico de mis pantalones en tiempos de crisis.
Vivimos unos momentos en los que los ingresos son una sección de refrigerados vacía, en la que meter la mano sirve para obtener escarcha, que se deshace entre los dedos antes de convertirse en hielo para el cubata que sirve como ahogo de las penas en alcohol.
Las cuentas corrientes dan tantos calambrazos como quebraderos de cabeza y se transforman en poco corrientes cuando entran más ceros de los que salen. Con menos movimiento que las caderas del Rey Juan Carlos, las telarañas crecen en las carteras que por más que las pongas boca abajo no llega la suerte de que caigan monedas.
La sensación de que hay cuatro jetas tumbados al sol tomando daikiris y rompiéndose las mandíbulas, irrita al personal, ya cansado de recesiones y primas de un tal riesgo que nadie quiere ni como familiar lejano.
Los indignados se han quedado en pataleta y han tenido que vender la tienda de campaña para llegar a fin de mes. Después de un año y unas elecciones, el guión sigue siendo el previsto y de nada sirve un movimiento que no ha valido para cambiar una sociedad muerta en una crónica anunciada.
Los cuentos han cambiado tanto que ya no son princesas las rescatadas de la más alta torre de un castillo custodiado por un dragón de fuego. Los rescatados ahora son los bancos, que sufren una extraña modalidad de síndrome de Estocolmo, ya que parecen hacer todo lo posible para que el dragón los capture y así sacar beneficios suficientes para desahuciar al monstruo verde y utilizar su capacidad de escupir fuego para hacer mecheros y regalarlos al abrir una cuenta.
Ésto es como subirse a una atracción de un parque de atracciones, y justo cuando ves bajar los hierros de seguridad te das cuenta de que no deberías haberte subido.
Lo malo es que aunque produzca vértigo, pánico o mareos, no valen las súplicas ni los desesperados intentos de salir corriendo.
Nos han llegado a convencer de que nacemos con un destino: formar parte de este sangrante juego.



jueves, 5 de abril de 2012

Ardor de lluvia en la ventana

(foto: http://eltrabajodelashoras.blogspot.com.es)

Los días pasan y las manos se quedan quietas aunque la mente no descansa.
Cada gota de lluvia es una brizna de césped que reverdece en las mentes cargadas de electricidad estática que paraliza tanto como da chispazos.
Las ideas no se agotan sino que se acumulan con un tanto que decir y tan poco tiempo para expresarlo.
Mi inspiración goza de una nueva caricia y sin embargo no hay palabras para describirte y hacerte justicia.
Nada por aquí, nada por allá, como un mago sin más trucos en la chistera, que la paloma blanca que aparece en un abrir y cerrar de ojos, igual que la primavera. Has sido mi mejor magia.
Los cristales se empañan mientras la calle, una nueva a la que mis ojos aún se acostumbran sin terminar de inspeccionarla, se empapa de lluvia fina que calma la sed acumulada.
Cambié los tejados por el asfalto, las golondrinas por las hormigas, como una metáfora de plantar los dos pies en la tierra.
Aquí sigo, desgastando el teclado con el roce de mis yemas, con el traqueteo de mis dedos que ocupan casi todo su tiempo en caricias.
Alguien más se ha unido al bando de los buenos, el mundo poco a poco equilibra su balanza y aunque permanecen los obstáculos yo nunca abandono el juego.
Política, economía, violencia, el monotema que cada día pierde más el juicio.
De eso hablaremos mañana, hoy toca regar las plantas con el agua que resbala por las tejas.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Pienso en los duendes

(Foto:aventurasdeiliplense.blogspot.com)

Un duende mágico ha llegado para quedarse en el bosque que habito, ese mismo que quedó repleto de flores y árboles frondosos, gracias al riachuelo que cada vez fue cargándose de más agua fresca.
Hasta mis manos tienen miedo de no dañar a este pequeño ser provocador de sonrisas y portador de la mayor de las felicidades.
El temor me hace comprender mejor a las personas que me dejaron apreciar en sus miradas, el infinito amor por estos mágicos seres de delicada apariencia y fuerte corazón.
Pienso en los duendecillos que poblaron mi bosque, en los que se marcharon al lugar donde descansa la magia, y también en los que se quedaron y viven ocultos entre las ramas del recuerdo.
Pienso en Bruno, Alejandro, Manu, Rocío, Ana... pienso en los que les velaban las 24 horas sin ceder ni un segundo al desánimo, hasta llegar a comprender sus temores más profundos y empatizar de una forma que antes me era desconocida.
Sonrío cada vez que sopla el viento, en cada ocasión que las hojas se mueven, que un pájaro canta o un silencio se hace calma. Son ellos. Los duendes mágicos están por todas partes, pero nadie debe olvidar que es una cuestión de magia.
Puedes oirlos, sentirlos y solo ver sus pequeñas huellas marcadas entre las flores y los setos. Es una cuestión de corazón, hoy, siempre, y todavía, siguen siendo privilegio de unos pocos poder verlos.


(En memoria de los niños de oncología del hospital Niño Jesús de Madrid y de sus padres)

lunes, 20 de febrero de 2012

Aventuras paternas

(Dibujo:Nacho López Llandres)

Suele decirse que nunca te acostarás sin saber algo nuevo, pero llegan momentos en la vida en los que te das cuenta del desconocimiento más absoluto que tenías sobre ciertas materias.
En unos 15 días he adquirido un vocabulario de lo más variopinto y en ocasiones extraño.
Aprendes por ejemplo lo que es el meconio, que no hay que dejarse engañar por su nombre, ya que no se trata de ningún ser de la mitología griega, sino de una defecación de la textura del petróleo que hará que llegues a dudar si has tenido una niña o un Octavo pasajero.
La paternidad tiene una parte positiva: es la primera vez que un padre se alegrará de que le hayas hecho cuestiones sexuales indecentes a su hija, incluso te abraza, felicita y te da las gracias. Algo impensable en otras situaciones.
Lo de no dormir es una cuestión de suerte, y la destreza se va adquiriendo, pura práctica.
Sueles acordarte de Herodes un par de veces en semana y llegas a la conclusión irrefutable de que cuánta razón tenía aquel que dijo, que los niños de pequeñitos son para comérselos, y de grandes te preguntas, por qué de verdad no te los comiste.

martes, 7 de febrero de 2012

Llegaste


Decidiste aparecer en el mundo un día en el que el frío tuvo la pretensión de ser más protagonista que tú, fracasando en el intento.
Tu presencia eclipsó el tiempo, el meteorológico y el de las horas. 
Le robaste presencia al sol y por la ventana se reflejaba tu luz más que la de la propia luna que todavía hoy te observa celosa.
Llegaste para quedarte entre sonrisas florecidas y felicidades repartidas por diversos puntos del planeta.
La palabra delicadeza tiene tu rostro como definición establecida y el tacto de tu piel la suavidad que desprenden mil caricias.
Llegaste hace muy poco a un mundo demasiado complicado y destruido, como una gota de esperanza, un arcoiris de dulzura que no entiende de maldades.
Hueles a vida nueva, a amor que fluye a raudales por los poros en una continua fiesta de alegría.
Llegaste para iluminar el camino con tus ojos que se esfuerzan en mirar mi voz que resuena, para que no importen las noches en vela si estás cerca.
Llegaste para que tu cara esté en mi mente a cada hora, cada minuto, cada segundo. Para que las noches y los días sean tuyos, para que mi vida se haya llenado de nuevos sentimientos, con una frescura y una fuerza que se siente como al romper la séptima ola.

martes, 24 de enero de 2012

La tendencia negativa

(Foto:avsansalvador.wordpress.com)

No me considero ni mucho menos un estudioso del comportamiento del ser humano, sino simplemente un mero (de simple, no de pescado) observador de las actitudes y expresiones corporales de la gente que se cruza por mi camino.
Me asombra la capacidad de las personas de destacar siempre lo negativo de las cosas, en vez de quedarse con la parte buena. 
Conozco a muchos que jamás serían vendedores de balanzas, fundamentalmente por su incapacidad de mantener un equilibrio coherente en la distribución de los pesos que componen cada asunto de la vida. 
Está bien pensar que si te compras un coche de muchos caballos consumirás mucha gasolina, que ahora está por las nubes. O que si te compras una casa grande, cuidado con el gasto en calefacción.
Pero, ¿de verdad es conveniente seguir esa misma lógica para todo?
Me sorprende negativamente el número de personas que ante la idea de tener un hjijo, sólo son capaces de decir: Olvídate de volver a dormir.
No hablan de todos los momentos bonitos, mágicos y maravillosos que puedes vivir o sentir. Ponen en la balanza no poder dormir y les pesa más que cualquier otra cuestión, que ni siquiera mencionan.
Creo que ultimamente mi cara de condescendencia se ha transformado en lástima ajena.
Es una pena que siempre puedan los pensamientos negativos, la tendencia a los contras denostando a los pros.
Quizá no vuelva a dormir, pero francamente, me alegra tanto...

miércoles, 18 de enero de 2012

Las mujeres y los niños primero

(Foto:cambiodigital.com.mx)

Que conste que no me parece de recibo faltar al respeto a las ratas, tal y como se viene haciendo en las últimas fechas en gran parte de los informativos de nuestro país. Es el calificativo más usado para referirse al Capitán del Costa Concordia, naufragado hace pocos días en costas italianas.
Se sabe que estos roedores suelen ser los primeros en huir cuando la cosa se pone fea, pero creo que ni siquiera estos animalitos peludos hubieran actuado de una forma tan miserable y patética.
Podría pensarse que su conciencia le machacará para el resto de sus días, pero suele ocurrir con frecuencia, que este tipo de personas no cuentan con ese tipo de remordimientos que en otros provocarían insomnio eterno y sufrimiento de por vida.
Lo que es cierto es que siempre los descalificativos hacen referencia al mundo animal, por lo que no sería de extrañar que algún día digan basta y aplaquen su sed de venganza. Es malo que te digan que eres un perro, si no te lavas eres un cerdo, un burro si no sabes nada, si eres cobarde eres un gallina, una ballena si estás gordo. Una mala mujer es una lagarta, una pájara o una zorra. Un hombre sobón es un pulpo, un salido un buitre, si pasas droga un camello, puedes ser una hiena, un loro o una cotorra, un trucha, un mariposón, una serpiente, una gata, y otros muchos animalitos que sirven igualmente para faltar el respeto a alguien.
Aún defiendo que todas y cada una de esas especies nos dan mil vueltas, a pesar de nuestro complejo de superioridad y de creer que estamos siempre por encima de cualquier otro ser vivo de este planeta.
Aún siguen apareciendo cadáveres y queda demostrado que el Capitán fue el primero en abandonar el barco.
¿Una rata? No. Simplemente un humano, un maldito cobarde.

jueves, 12 de enero de 2012

Comentaristas de lo obvio


Nunca me han gustado los observadores mediocres que se limitan a comentar obviedades que pueden resultar incluso dañinas para terceras personas.
Me parece de soplagaitas el que de buenas a primeras te digan que estás más gordo, más delgado, que te estás empezando a quedar calvo, o menuda melenita que llevas.
¿De verdad la gente piensa que es sinónimo de simpatia decirle a alguien que está más gordo?
Jamás he comprendido la necesidad de tales afirmaciones, a no ser que se justifiquen por una incapacidad neuronal del orador, que en muchos casos es lo que ocurre.
Podria decir que la gente es indiscreta, grosera, pero es que realmente lo que hay es una panda preocupante de idiotas sueltos por el mundo.
Suele decirse que el que tiene boca se equivoca, pero cuando el número de equivocaciones por oración supera a la correcta construcción de una frase, lo oportuno es hablar de bocazas, y de esos desgracidamente también está el mundo lleno.
Como siempre, más vale quedarse con lo positivo, con las personas capaces de ser agradables sin caer en el cínico peloteo.
Afortunadamente, ejemplos positivos también pueden encontrarse y desde aquí les muestro mi más sincero apoyo a su apareamiento y posterior procreación de retoños igual de positivos.
Una cosa es la sinceridad, y otra muy distinta la observación indiscreta, cargada en el fondo de un ánimo de tapar las propias carencias del individuo.
Mejor no confundirlo.

lunes, 9 de enero de 2012

Ligera cortina de humo

(Foto:Politiquiando.com)

El año comienza pero la consciencia colectiva está en modo stand by durante los primeros días, rodeada de una especie de nebulosa festiva que amortigüa la realidad imperante.
Una vez pasado el efecto de la anestesia, llega el momento de darnos cuenta de que la vida no está igual que hace escasos 9 días. 
Los precios de productos básicos han aumentado, los servicios, los impuestos, las retenciones fiscales, todo menos los sueldos.
En etapa navideña vamos al supermercado y el precio no importa porque la gente tiene el pensamiento de "total por un día", pero la cosa cambia cuando volvemos a la cesta de la compra habitual.
Si ya costaba ajustarse, basta echar un vistazo para comprobar que en una semana se ha complicado aún más.
Volvemos a la normalidad después de los excesos y de la festividad de unos días que no son más que un gran río en el que todo el mundo se da un chapuzón y se deja arrastrar por la corriente. Llegados a la orilla comienza el problema.
Algunos lo llaman cuesta de enero,  otros simplemente situación económica mundial.
Lo que parece claro es que cada vez el cinturón está más apretado para los de siempre, y lleno de agüjeritos vacíos para una minoría selecta.
Después de deslumbrarnos con luces y adornos, turrones y asados, la cortina de humo se disipa de golpe y porrazo y los bolsillos sollozan sin descanso.
Hacienda somos todos y la justicia igual para todo el mundo.
¿Verdad que estas palabras suenan peor cuando no se tragan con cava?

martes, 3 de enero de 2012

Cuestión de propósitos

(Foto:eldeportedeestudiar.blogspot.com)

Cada comienzo de año es un carrusel de buenas intenciones que con frecuencia acaban en nada, se pierden en un saco roto descosido por la pereza y por la apatía que la rutina convierte en frecuencia.
Los cristales de la ventana parecen proteger del mundo exterior, del frío y de la lluvia, pero la fragilidad es una realidad cuando aparecen las primeras grietas del vidrio. Entonces la valentía se convierte en dudas, y las ganas de luchar por los objetivos se transforman en deseos aparcados para un más adelante que probablemente nunca llegue.
Los buenos propósitos son las típicas palabrerías que plagan cada primer mes de cada año. Algunos cambian, van mudando la piel según la edad del que se lo propone, pero en esencia son las mismas añoranzas acumuladas de otros tiempos incatalogables como mejores o peores, sólo anteriores.
El gordo quiere estar flaco, el pobre salir del pozo, el solitario ser más sociable y el infeliz al que nada le satisface, lo quiere todo porque olvidó qué es lo que realmente le falta.
La vida pasa y la eternidad es el eco de nuestras acciones.
No creo en los propósitos de enmienda, ni en los que buscan enmendar los agüjeros de otros.
Cada uno es responsable de sus palabras y sus actos, aunque muchos olviden que la vida es un folio en blanco y siempre llega el día en el que se ven los renglones torcidos, o si la caligrafía era perfecta.
De niño me enseñaron a dibujar líneas con la regla en un papel en blanco, un entrenamiento para conseguir escribir sin torcerme, aunque nunca está de más pasarse la línea o saltarse algún párrafo.
Si esperas a que los logros lleguen solos, de nuevo tendrás que conformarte sin recoger la cosecha este año.
Por el contrario, si tus propósitos no están marcados, sino escritos en un destino incierto y complicado, lucha, ríe, vive, porque este puede ser tu año.