(foto:http://www.radians.com.ar/)
Hoy podría ser un lunes cualquiera de una semana cualquiera, pero no lo es.
A pesar de que el despertador ha ejercido su aquí estoy yo mientras temblaba y emitía una ligera musiquilla a las 5:30 de la madrugada, mi cerebro estaba en modo off y no ha reaccionado a su molesta actitud ni entrado en su intento de madrugón provocativo.
Apagar y desconectar alarmas por el resto de la semana, por el resto del mes y parte del que viene.
Lo que trasnochamos para ir al trabajo, acostumbramos a tener el sol por despertador y casi nunca más allá de las 9 en la cama.
Gajes del oficio e inevitables de un horario indeseado.
No me ha temblado el pulso al desconectar las alarmas, aunque sé que algún día me despertaré sobresaltado pensando que me he quedado dormido.
A pesar de ello, hoy es un lunes que aporta un comienzo de semana distinto y una forma ver las horas sin preocuparse de lo establecido.
Me gusta el modo off, aunque algunos no entiendan ese estado. El cerebro merece sus descansos, así que yo voy a brindarle el merecido.