martes, 10 de mayo de 2011

Extremidades inferiores



No creo en el blanco o el negro.
No me gusta el sí porque yo lo digo, ni el no porque a mí no me da la gana.
No quiero ser de tu equipo si para ello estoy obligado a pensar siempre como tú, ni ser el enemigo por pensar lo contrario.
No comparto el discurso de hoy cuando es totalmente opuesto al de mañana.
No tolero el haz lo que yo diga pero no lo que yo haga.
No me gustan los extremos ni a derecha ni a izquierda.
Cambio los extremismos por unas extremidades inferiores dispuestas a caminar hacia el frente.
No estoy dispuesto a mirar sólo lo que me señalan, ni a escuchar exclusivamente lo que me gritan.
No comprendo el a Dios rogando y con el mazo dando.
Cambio lágrimas rotas por sonrisas recompuestas.
Sí creo en lo que pienso y en los pensamientos que otros me brindan, no en lo que me obligan a pensar.
Creo en la libertad de cada uno para creer, o dejar de hacerlo, en cualquier cosa que compone este mundo.