viernes, 13 de mayo de 2011

Con nombre de poeta

Jueves 12 de mayo (por error de blogger este artículo no aparece en fecha correcta)


(foto:http://www.formulatv.com)


Lorca amanece en tensa calma, agrietada, maltrecha, sin movimientos estremecedores bajo sus pies.
Los supersticiosos o amigos de la numerología, ven la coincidencia extraña en el número 11 que acompaña las fechas de muchas tragedias. Les escucho, observo y me abstengo de hacer comentarios. No suelo creer en las casualidades.
En lo que creo es en la naturaleza, en su sabiduría y en las señales que nos envía.
La Pachamama se retuerce como mensaje de un futuro que debemos buscar. Las emisiones de CO2, los gases tóxicos, la contaminación acústica... a lo mejor deberíamos pensar en cerrar las centrales nucleares.
Quizá sea una señal, un aviso de lo que hacemos mal y todavía estamos a tiempo de solucionarlo.
Lo importante son las personas, incluso por encima de la noticia. Existe un límite que nunca hay que traspasar, pero se hace.
Me gustan los reporteros a pie de calle que cuentan lo ocurrido, que sintetizan las cifras y saben buscar protagonistas.
No me gustan las imágenes en bucle de cierta televisión, mostrando un niño fallecido, tirado en el suelo, tapado por una manta térmica, buscando el zoom a sus delgadas piernas que han quedado descubiertas.
Es interesante realizar programas radiofónicos en directo desde la zona afectada, pero pierde categoría sobrecargarlo y adornarlo con ráfagas, caretas de entrada y eslóganes de si algo pasa están allí.
Lamentable que un periódico de Cataluña ponga por delante en portada la Liga del Barça que el suceso de Lorca.
Probablemente sean formas de entender el periodismo.
Ante todo hay que entender la vida. Personalmente no me quito de la mente al niño, ni a la chica de 22 años que estaba embarazada.
Por ellos y otras tantas personas que sufren en este mundo, mi abrazo y mi ánimo más profundo.


http://www.quake-maps.com/