martes, 2 de noviembre de 2010

¿Lo digo o no lo digo?


Nunca me han gustado los cobardes de mente, de boca y de espíritu. Tampoco los que confunden la valentía con la insolencia o la soberbia. Dicen que en el punto medio está el equilibrio y yo me lo creo. Lo dificil es alcanzarlo. No basta con creerse el más sincero, sino serlo sin que implique herir a los demás o pisotear sus opiniones como si no tuvieran valor alguno.
Me gustan las personas que te miran a los ojos cuando la ocasión lo merece, pero no los que ponen todo su empeño en dejar fija la mirada y mantener el contacto visual. Siempre me ha parecido una forma de agresión ficticia, porque en el fondo no dicen nada con su mirada, sólo es una pretensión de parecer más seguros cuando en realidad no lo son.
No me gustan los hombres que dan la mano floja, con desgana, sin transmitir su presencia. Tampoco soporto a los que pretenden partir una nuez inexistente entre tu mano y la suya, en un intento absurdo de demostración de firmeza, fuerza y personalidad, que desde mi punto de vista denota todo lo contrario. Necesitan apretar para que no se les note su debilidad.
Me cansa ver hombres manipulados por mujeres malintencionadas y mujeres sometidas por hombres indeseables. Las parejas deben completarse las carencias mutuamente, pero jamás convertirse en muñeco y titiritero.
Me enfadan los que se aprovechan de la bondad de los demás y hacen de ella su costumbre sin que implique un mínimo agradecimiento.
Las personas cambian con demasiada facilidad y critican lo de otros sin darse cuenta de que lo suyo quizá no sea mucho mejor.
Me gusta que me digan que estoy equivocado para poder debatirlo hasta convencer o ser convencido.
Huyo de los que basan su discruso en complejos de inferioridad y en inseguridades propias o creadas por un tercero.
Para el que no conozca el dibujito de arriba les diré que se llama Patricio, con su frase característica de ¿lo digo o no lo digo?. No lo digo...vale, lo digo.
Si tienes algo que necesitas decir, dilo. Pero si lo que vas a decir no va a mejorar el silencio, mejor no lo digas.