lunes, 31 de enero de 2011

Saqueos a la historia

(foto:historiadelarte.webatu.com)

La humanidad tiene ciertos lugares donde mirar sus orígenes, donde encontrar datos de su ayer y la evolución de la especie a través de los siglos. Grandes construcciones o ciudades milenarias son la voz de la historia y nunca debería quedarse callada.
Situcaiones políticas complicadas afectan a medio mundo, mientras el otro medio ejerce de espectador tranquilamente en sus butacas.
Egipto es el último de los casos, Túnez el anterior y otros tantos países que cuentan con dictaduras y represiones que seguramente están por estallar.
Mi duda precisamente es por qué estallan precisamente ahora después de tantos años. Detrás de un movimiento suele haber un elemento instigador y en el caso de los países árabes siempre sobrevuela la sombra de Al qaeda.
La política internacional se mueve por intereses económicos y las vistas gordas acaban pasando factura tarde o temprano. No se debería tapar a dictadores por mucho petróleo que tengan.
Los saqueadores existen desde siempre, pero precisamente aparecen en momentos de debilidad y desconcierto para sacar partido.
Momias destrozadas, joyas robadas y tumbas profanadas nos dejan un poco más huérfanos a los seres humanos. Nos arrancan parte de nuestro pasado, de nuestra historia.
Entristece pensar que quizá algún día ciertas cosas sólo existan en los libros de historia, si es que no llega antes el día en el que también desaparezcan los libros y nos quedemos únicamente con nuestra memoria.