viernes, 16 de septiembre de 2011

Tontos, famosos y dichos populares


Sin ánimo de ofender a nadie que pueda darse por aludido, voy a hablar de tontos.
Y es que en nuestra cultura popular, tenemos dichos que hacen referencia a personas que siempre me he preguntado quiénes son.
Ser "más tonto que Abundio" surge en Navarra, donde vivía el tal Abundio. La expresión coloquial le asocia la cantinela de "cuando iba a vendimiar se llevaba uvas de postre".
Existen otras supuestas aventuras de este personaje, como aquella que cuenta cuando le mandaron sus amos a por bollos a un pueblo cercano, él de regreso, para que no se derritiera el azucarillo, sumergía la bolsa en las acequias del camino.
Respecto al "tonto del bote", su fama nace en Madrid. Se trataba de un mendigo del siglo XIX, que pedía en las cercanías de la antigua plaza de toros de la capital.
Su nombre proviene de un bote de piel que agitaba con la mano para que le arrojaran en él las limosnas. Su fama de tonto proviene de un cierto retraso mental que padecía, y su apodo obtuvo notoriedad por un curioso suceso que ocurrió un día de corrida de toros.
Resulta que una tarde de fiesta, uno de los toros bravos se escapó de la plaza, saltando los burladeros, y al salir se topó de bruces con el desgraciado mendigo. El animal se acercó a él, quedando nuestro personaje inmóvil, desconociendo que estaba en peligro.
Finalmente el toro solamente le olisqueó un poco y tras bufar, siguió su carrera descontrolada por las calles de la ciudad. La gente se quedó maravillada por la buena suerte del tonto del bote, quedando este hecho, pero sobre todo su nombre, grabados en la memoria popular.