(foto:http://www.izaping.com/)
Viajes de lujo, jamones, lencería, buenas comidas...
Esto podría parecer el anuncio de unos grandes almacenes, pero nada más lejos de la realidad.
Todo eso es a lo que hemos estado invitando los españolitos al SGAE con lo que sacaban de derechos de autor y del famoso canon.
Se ha destapado el asunto y la libre a echado a correr dejando a sus miemebros y defensores con las vergüenzas al aire.
El Rey del pollo frito, que ahora se ha hecho chaquetero, seguirá haciendo spots televisivos haciéndose el gracioso e ironizando sobre su anterior postura de defensa a ultranza del SGAE.
Lo cierto es que tiene menos gracia que éxitos musicales.
Aunque nos duela, este pais a veces sigue siendo de pandereta y tintorro.
Lo malo es que siempre les invitamos a la siguiente ronda los mismos bobos.