lunes, 28 de febrero de 2011

Noche de Oscars

(foto:extracine.com)

El cine ha celebrado su noche más mediática del año. Una fecha marcada en el calendario con el mismo color rojo de la alfombra por la que desfilan los actores y actrices más admirados del planeta.
Los cinéfilos hacen sus quinielas mientras asienten con la cabeza y no pueden evitar caer en las comparaciones odiosas, aunque reales y fundamentadas, con la gala que hacemos en nuestra España cada año. Las subvenciones jamás podrán competir con una gran industria.
El discurso del Rey se ha convertido en la gran ganadora de la noche, gracias entre otras cosas, a la actuación de Colin Firth que igualmente ha obtenido su recompensa en forma de estatuilla.
Un premio que nosotros disfrutamos a medias si no elegimos la versión original para ver la cinta en la sala. El premio se le ha otorgado por una actuación completa que incluye su voz y su tartamudeo. El doblaje, por más esfuerzo que se haya realizado para estar a la altura, no ha sido galardonado en la película.
Tiro piedras sobre mi propio tejado y sobre el trabajo de doblaje que yo también he realizado, pero las películas deberían estar más en versión original para no devaluar el trabajo de los intérpretes y de paso, para elevar el nivel de idiomas en nuestro país.
Natalie Portman en Cisne negro triunfa entre las mujeres de su gremio y entre los hombres que la admiran.
Javier Bardem no pudo vivir otra noche biutiful y se quedó sin premio como protagonista, ni celebración con el éxito de su película.
Los amantes del cine acudirán esta mañana con ojeras a sus puestos de trabajo, pero probablemente satisfechos con lo que pudieron ver.
Para los que no pudieron verlo, os dejo el enlace al listado completo de premiados: