miércoles, 16 de febrero de 2011

El mundo de los paragüas olvidados

(foto:elnegrodemacguffin.blogspot.com)

Debe existir en el mundo un lugar lleno de paragüas olvidados por las personas. Como un cementerio de elefantes repleto de telas de colores, formas y tamaños diferentes.
Todos en alguna ocasión hemos dejado alguno abandonado víctima de nuestro despiste. Algunos son rescatados por nuestra memoria en el momento oportuno, o incluso pasadas unas horas, pero otros no le ganan la batalla al olvido.
Nadie se olvidaría un paragüas si al salir a la calle siguiera lloviendo.
Así somos los seres humanos. Nos acordamos del sol cuando truena. En detalles pequeños se descubre una mentalidad interesada.
Somos capaces de sentir el dolor cuando nos afecta a nosotros o a un ser cercano. Si no, nos olvidamos.
Cuando el agua nos cala los huesos buscamos aquello que nos proteja, que nos resguarde del chaparrón hasta que escampe. Una vez pasado el temporal, la historia cambia.
Nacemos con una naturaleza que posee un punto de egocentrismo desagradecido difícil de erradicar.
Sigue lloviendo.
Hoy no nos olvidaremos los paragüas.