viernes, 8 de abril de 2011

Estimados enemigos:

(Foto:menshealthlatam.com)

Por la presente me dirijo a vosotros en muestra de mi eterno agradecimiento por la actitud tomada en las últimas horas.
Nunca podrá valorarse como merece la labor de aprendizaje tan incisiva que realizáis sobre mi persona. En la vida se aprende a base de caer y levantarse, de recibir bofetadas con o sin motivos y merecimientos. Afortunadamente también se aprende a base de sonrisas y de besos, pero no quiero liaros con conceptos fuera de vuestro alcance.
A pesar de mis humanas limitaciones intelectuales, e intentando no caer en vocablos que puedan resultar ofensivos hacia vuestras personas, quiero manifestar mis más sinceras condolencias ante la pérdida definitiva de vuestras almas.
Asímismo, os informo de que mi sueño no se ha visto alterado por vuestras acciones y calificativos. Dicen que las malas personas duermen mejor que las buenas porque carecen de conciencia. ¿Podéis sacarme de dudas?.
Espero que el hecho de haber dormido a pierna suelta no suponga un inicio de metamorfósis en mi persona, ya que tantas horas junto a vosotros podría llegar a perjudicarme en ese sentido.
Siento igualmente confirmaros, que hoy de nuevo sigo en pie, que sigo con la cabeza con el grado de inclinación que corresponde y que seguiréis sin verme hincar la rodilla.
Los sueños no se rompen por envidias, faltas de respeto, ni por intentos de humillación. Para bien o para mal, el tiempo demostrará mi valía.
Sin más me despido, deseando lo mejor para vosotros, ya que lo peor lo lleváis de serie a las espaldas.

Nunca vuestro, atentamente:
                     
                        Nacho López Llandres