viernes, 23 de julio de 2010

Pin y Pon

Hay veces que una imagen vale más que mil palabras. En otras ocasiones mil palabras se quedan cortas para describir lo que uno ve. Y otras ocasiones en las que a pesar de verlo y escuchar mil palabras, sigues sin dar crédito.
Vaya dos patas para un banco podría ser perfectamente una frase que le diría un pato a otro mientras le golpea con el codo y señala a dos hembritas a punto de caramelo. Pero como los patos no hablan, por fortuna para ellos, ya que podrían ser confundidos con humanos, supongo que la frase se refiere a dos tipos como los de la foto.
No es lo mismo un pato que un patoso. Pero como Dios los cría y ellos se juntan, pues eso, a intentar sujetar el banco con estas dos piezas.
Y me refiero al Dios de los Cristianos, Musulmanes o Budistas , no al de algunos argentinos que viven aún del grandioso jugador que fue para subirle a los altares, a pesar de la lamentable calidad humana de su deidad.
Una pareja digna de estudio psicológico, pero a los que habría que cortar un poco las alas.
Bocas grandes en cerebros contraídos.