lunes, 19 de julio de 2010

Mandela

Lo curioso de esta vida es que los reconocimientos suelen llegar más tarde que pronto, que por lo menos es antes que nunca. Pocos son los afortunados que los disfrutan en vida, pero quizá es una buena forma de dejar este mundo, sabiendo que aquello por lo que siempre luchaste permanecerá imborrable ante las fauces de la historia.
Con los dirigentes políticos pasa igual que con los melones, que para que te salga uno bueno tienes que examinar unos cuantos. Y aún así, hay veces que engaña y cuando los abres están podridos. El poder es lo que tiene, que da poder. Si quieres conocer a alguien de verdad, dale un cargo.
Sin embargo, en este mundo difícil, lleno de sombras y de personas que se lo pasan muy bien siendo malas, también existen personas que son capaces de luchar contra la discriminación racial, contra el odio y la intolerancia. Incluso si por defender esas ideas tienen que pasar 27 años en prisión.
Mandela cumple 92 años y con él se va extinguiendo esa persona que da esperanza y hace pensar que en el fondo el ser humano no es tan malo, que siempre hay esperanza.
Se puede luchar con sonrisas y vencer con las palabras.
No hay mal que 100 años dure, pero sí cosas buenas, como Mandela.