martes, 20 de diciembre de 2011

Cansancio global

(Foto:Carreno: Cansancio)

Hay días en los que te levantas agotado del panorama reinante.
Por costumbre madrugas y haces un trabajo que te gusta, que te sale de lo más profundo de tu ser, pero que constantemente afean y empañan agentes externos que se multiplican hasta hacerse difíciles de esquivar.
Existen momentos en los que llevas encima el capote y toreas a pesar del sentimiento antitaurino, pero que como metáfora no puede ser más acertado.
Te entregas a la rutina sin remedio, mientras otros juegan a trabajar, sólo pasan el rato y disfrutan de un entretenimiento que pueden dejar cuando se aburran.
Cada día escribo en este blog cuestiones que pasan por mi cabeza y dejo salir en una forma inquietudes compartidas o  en un intento de fomentar opiniones dormidas.
Aburre ver los cero comentarios día tras día, los escasos me gusta o no me gusta de los lectores. Empiezo a rendirme a la idea de que no valen los pensamientos, ni los sentimientos escritos, sino las bobadas, las superficialidades y el número de gente con las que consigas crear un grupo de peloteo mutuo.
Veo personas que escriben en facebook que les pica un pie y reciben avalanchas de opiniones, cientos de me gusta, y francamente cada día entiendo menos.
Me gustan los debates, las opiniones enfrentadas educadamente, los diferentes puntos de vista, la gente inquieta, pero el interés no parece compartido.
Hay días en los que piensas que no merece la pena expresar, compartir, buscar un público que aplauda o abuchée.
Hay días que llego a la conclusión, que es infinitamente mejor hablar con uno mismo.