miércoles, 2 de noviembre de 2011

Practicando Alquilering


No está catalogado como deporte nacional, pero debería.
La tarea de buscar piso de alquiler en Madrid, debe estar cerca de ser considerada como práctica deportiva de alto riesgo.
Es casi como un triathlón, primero andas como un arquitecto en prácticas mirando edificios y portales, después ejercitas los dedos al buscar en internet, para terminar corriendo al huir de la covacha en la que te has metido.
Existen dos tipos de alquiladores weberos, los que no se molestan ni en quitar el tenderete con ropa tendida para la foto, sale el perro, la mujer reflejada en el espejo del baño y los botes de limpieza encima de una montaña de cosas apiladas en las mesas. Y luego están los artistas, que son los que hacen las fotos con una luz y una perspectiva que vas listo si pretendes encontrarla cuando vas a visitar el inmueble.
Existe un curioso baremo para lo que se denomina preciosas vistas, un término muy subjetivo en el mundo de los pisos de alquiler.
A algunos les basta con que sea exterior, con que el edificio de enfrente no esté más pegado de 3 metros, y que la ropa tendida del vecino sea de marca.
Evidentemente en Madrid no vas a encontrar un apartamento con vistas al mar, en todo caso a la Mari Mar, la vecina del 5º que de vez en cuando se le olvida cerrar la cortina al desvestirse.
Hay veces que controlo el impulso de llamar para poner verde al que ha puesto el anuncio y luego colgarle (el teléfono, of course).
Precioso apartamento en zona bien comunicada, a no más de 25 minutos del Renfe, 34 metros cuadrados, cocina amueblada con gas natural, un dormitorio, un baño completo, 5º sin ascensor muy luminoso: 850 euros. Se pide 6 meses de fianza y aval bancario. Listo para entrar a vivir.
La última aclaración me tranquiliza, jamás alquilaria un piso que estuviera listo para entrar a morir.
La sinvergonzonería no tiene límites y da igual la crisis que haya, la gente va a intentar meter el clavo sea como sea.
A mi este deporte me cansa, luego dicen que no tenemos mentalidad de alquiler como en otros paises de Europa o de América.
Que yo sepa, Rinconete y Cortadillo, el lazarillo de Tormes y Luis Candelas, no eran austricacos, estadounidenses, ni chinos filipinos. Era españoles, lugar de nacimiento de la picaresca.
Con semejante historial no podemos esperar gran cosa.
Sólo que da la opción de cruzar los dedos, rezar lo que sepas y esperar a que cuando firmes y te den las llaves, nos descubras que hasta las paredes eran de cartón piedra.