viernes, 6 de agosto de 2010

Tan fácil y tan difícil



En esta vida hay cosas que pueden resultar más fáciles según la regla moral que apliquemos y qué llevemos cada uno de nosotros dentro. Si no nos importa perder cualquier pedacito de nuestra vergüenza la cosa es fácil, pero si además carecemos de pudor e integridad personal, todo se convierte en un camino de rosas.
Tan difícil es levantarse cada mañana para ir a trabajar, a soportar a personas que quizá no tengas ningún ánimo para hacerlo, pero aún así, sabes que no te queda más remedio que apelar a tu sentido de la responsabilidad y la entereza. Eso es lo difícil, la forma en la que puede ser que nunca hagas una fortuna y tengas que continuar con la misma rutina hasta el último de tus días.
Cabe decir que los caminos de rosas también conllevan espinas y que la fama fácilmente adquirida es tan efímera que basta pasar la página de una revista para conseguir que pase a la historia.
Las hay que se desnudan porque su país haga un buen papel en el mundial, o si no es por su país, lo hacen por cualquier otro, es lo de menos. Otros se encargan de llevarlas  a la primera plana y ofrecerles un protagonismo que aceptan con esa carencia de pudor aplastante.
Tan culpables son los unos como los otros, pero siempre hay que poner una cara. En este caso la hay, aunque he buscado la foto más discreta. 
Flaco favor a las mujeres luchadoras que se levantan cada día para intentar acabar con una lacra social que nos persigue sin descanso. Más allá de la integridad de cada persona (allá cada uno con su vida), existen las causas comunes y las injusticias que se alimentan con gente que no colabora por cambiar una realidad patética.
Da lástima que sea tan fácil para algunas personas y tan difícil para otras, aunque todo en esta vida tiene su recompensa y dudo que esta chica despierte demasiadas envidias.
Aún así, ojalá estas mujeres dejen de comportarse como un simple objeto y dejen de tirar piedras sobre el tejado de la igualdad que tanto cuesta sostener a otras muchas mujeres.