martes, 12 de agosto de 2014

Carpe Diem (Relato:Parte 2)


Agarró las llaves y dejó que su mente se quedara en blanco durante los seis pisos que el ascensor tardó en llegar a abajo.
Por primera vez respiró el aire fresco de una mañana avanzada, escuchó los sonidos de una ciudad en ebullición. Nunca se había sentido tan ajeno a un ritmo.
Caminó despacio, con la cabeza ligeramente inclinada, las manos en los bolsillos y una actitud tensamente despreocupada. Hoy no importaba.
Vio el balón aparecer frente a sus pies y no pudo contener la patada. Lo devolvió al parque de un toque perfecto, pasando por encima de la cabeza de un niño que se quedó parado en el asfalto mirando el esférico que era devuelto en mitad de su camino de ir a buscarlo.
Tan sólo escuchó el frenazo, un grito y un golpe seco.
Giró su cuerpo rápidamente mientras sus pies parecían tener vida propia y acercarse a pasos ligeros y veloces hacia el niño que yacía en el suelo sin moverse.

Llegó justo cuando el taxista se bajaba del vehículo sollozando un “no le vi, le tenía parado justo encima…”