(Foto:equipoaparejador.com)
Hay ocasiones en las que la gente te sorprende.
Y por raro que pueda parecer, sorprende para bien, en positivo.
Sin duda el mundo no está del todo perdido, ya que siguen existiendo personas capaces de entregar amor a los demás de las formas más variopintas.
Siempre he pensado que una de las formas de cariño más sinceras es la cocina. Cuando se prepara un plato especial para alguien, o para una familia entera, si se hace de buena gana es una de las maneras más bonitas de poner toda la atención y el cuidado en lo que se hace, con el fin de complacer o satisfacer a los demás.
Existen todavía personas que piensan que en lo material reside el afecto. En absoluto, es en los gestos, en los pequeños detalles donde reside la esencia y el secreto.
Me han regalado una serie de prendas de punto hechas a mano que son toda una obra de arte, además de una muestra de cariño inigualable. En cada puntada, en cada minuto empleado en ello, ha sido pensando en la personita más importante de mi vida. No puedo sentir más agradecimiento al recibir el presente.
Valoro la muestra de cariño, ya que mientras que algunos te siguen sorprendiendo para mal, hay personas que te hagan cambiar de pensamiento.
Lo siento por los faltos de ilusión, en ocasiones me entristecen, pero me alegro al comprobar que hay gente capaz de tener unos detalles que ni los más cercanos son capaces de tener.
Es de bien nacido ser agradecido, y yo lo soy.
Gracias.
